No están siendo los mejores años para Kiko Rivera. Los problemas con su familia han sido constantes, a lo que hay que sumar el fallecimiento de su abuela a la que estaba muy unido. Esa pena podría ser aliviada por su madre o por su hermana, pero con ellas no mantiene contacto. Isabel Pantoja, debido a la depresión que padece, permanece incomunicada en Cantora e Isa, la más joven, no quiere saber nada de su hermano después de las palabras tan crueles que este tuvo para con ella y que ni felicitase a Albertito por su cumpleaños. Un panorama difícil, árido a nivel emocional, al que el DJ trata de sobreponerse centrándose en una de sus dos alegrías: una es su mujer y sus hijos, y la otra la música. Y ayer precisamente celebraba su década de trabajo encima de los escenarios.