Ágatha Ruiz de la Prada: "Como ya soy así no necesito drogas"

La diseñadora saca su lado más divertido y personal para hablar con Bertín

Ágatha Ruiz de la Prada: “Como ya soy así no necesito drogas. Me aburro”

Ágatha Ruiz de la Prada ha tenido la suerte de estrenar la nueva etapa del programa de Bertín Osborne. La diseñadora abrió las puertas de su domicilio a ‘Mi casa es la tuya’ e hizo sentir tremendamente cómodos al presentador y a Fabiola Martínez.

Con el jerezano ha hablado de muchos aspectos de su vida privada, de cómo es la Ágatha que menos conocemos. Por ejemplo, la diseñadora, sentada en uno de sus sofás de formas imposibles ha recordado cómo fue su juventud en plena movida, durante la que vio morir a muchos de sus amigos. “Tuve suerte porque a mí nunca me han sentado bien las drogas, y vi morirse a mí alrededor a mucha gente”. Entonces Bertín aprovechaba para confesar que él también tuvo una época en la que se marcharon de manera prematura cinco o seis amigos de los más queridos por su consumo. De la Prada afirma que nunca ha necesitado de estimulantes artificiales, “como ya soy así no necesito drogas. Me aburro”. Precisamente esta sustancias, que alteran el comportamiento, hacen que ella pierda su personalidad, una personalidad que disfruta muchísimo y que no cambiaría por nada.

Ágatha Ruiz de la Prada: “Como ya soy así no necesito drogas. Me aburro”

La diseñadora ha echado más aún la vista atrás y se ha remontado a sus infancia y adolescencia para recordar cómo las vivió. Fue una época de eterno cambio. Sus padres se separaron cuando ella tenía 10 años, pero tuvieron varias idas y venidas hasta que por fin acabaron con lo suyo 5 años más tarde. Entonces una joven Ágatha se pasaba la vida de acá para allá, viviendo temporadas con uno y con otro, y otras interna en colegios en el extranjero, como aquel en París en que recuerda “haberlo pasado bomba”. “Con los dos me llevaba fatal. Por eso me tenía que ir de un sitio a otro. Y juré llevarme bien con mis hijos. Con ellos tengo la filosofía de ‘dos no se pelean si uno no quiere’ y hago lo que sea. Si se ponen pesados, me voy, me escondo. Hago lo que sea”. Su hija, Cósima, dice que cuando hay algún enfrentamiento en su casa, su madre saca su lado “dragón” y la pelea es de órdago. Es más, ella cree que jamás entendieron su modo de vida, tanto es así que su padre solo acudió a ver uno de sus desfiles. “No me apoyaba en nada. Y mi madre creía que era de mala educación decir que su hija era muy lista”.

La amiga de Alaska continúa muy enamorada de su marido, Pedro J. Ramírez, porque ambos profesan devoción absoluto a sus trabajos. Aman lo que hacen y en eso se entienden a la perfección. Es más, el hijo mayor mayor del matrimonio, Tristán, dice de ellos que son unos verdaderos ‘workaholics’. A Ella le fascina la inteligencia de él, y que siempre sepa cómo estimularla intelectualmente. Así no es de extrañar que afirme con esta rutuniddad “que él es tan listo que luego las personas normales me parecen ‘cortichuelas’”.