El supuesto asesinato de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho (29 años) ha revolucionado la prensa internacional. Nuevas evidencias, pruebas desconocidas, comunicados familiares, confesiones "bajo presión", mensaje a familiares... cada día hay informaciones sorprendentes sobre este mediático caso ocurrido en Tailandia.
En medio de toda la polémica, el país se enfrenta a un momento político inesperado. El pasado viernes 4 de agosto regresó a casa el príncipe Vacharaesorn Mahidol (42 años), hijo repudiado del rey Vajiralongkorn, que ha estado exiliado durante 30 años. Una vuelta que ha reavivado el culebrón sobre la sucesión de este monarca.
El juego de tronos de Tailandia
En unas imágenes grabadas y compartidas el domingo 6 de agosto en redes sociales puede verse como el príncipe llega al aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok, donde fue reconocido y parado en varios momentos por algunos ciudadanos tailandeses, algo que no llama mucho la atención a pesar de que ha estado casi tres décadas fuera de Tailandia porque participa regularmente en este país en actos relacionados con la cultura tailandesa. Vacharaesorn podría haber protagonizado además un encuentro con su padre, ya que para sorpresa de los medios del país estuvo visitando un centro de acogida de menores apoyado por la familia real.
Nacido en 1981 fruto del matrimonio del rey (entonces era el heredero) con su segunda mujer, la exactriz tailandesa Sujarinee Vivacharawongse, Vacharaesorn, tuvo que exiliarse (también su progenitora y sus cuatro hermanos) cuando el rey Vajiralongkorn acusó a su esposa de serle infiel. Toda la familia viajó a Estados Unidos, donde todos rehicieron su vida. De hecho, el príncipe estudió Derecho.
A Vacharaesorn Mahidol se le une un problema añadido para ser rey: que no es el primogénito. Juthavachara, que es el hermano mayor y que por lógica debería ser el heredero si no se hubiera exiliado, aunque no tiene un perfil tan público.
Lo cierto es que por ahora todo son rumores sobre la posibilidad de que el rey esté considerando nombrar heredero a Vacharaesorn, que el monarca tiene un hijo de 18 años, el príncipe Dipangkorn Rasmijoti, quien no está repudiado y es quien más papeletas tendría para sucederlo. ¿El problema? La prensa internacional ha publicado que podría tener trastorno del espectro autista (TEA), por lo que podría estar incapacitado para reinar. Además, la princesa Bajrakitiyabha es la hija preferida del monarca y muchos creen que podría ser la heredera, pero el pasado diciembre tuvo un problema cardiaco por el que perdió la consciencia y desde entonces no se ha sabido nada de ella.
¿En qué afecta esto a Daniel Sancho?
La sucesión al trono de Tailandia puede ser clave en la condena de Daniel. Según el código penal tailandés, el artículo 288 establece para el homicidio penas de cárcel de 15 a 20 años o cadena perpetua. Además, el artículo 289 establece los tipos de homicidio agravado, en los cuales aplica la pena de muerte. Entre ellos, se encuentran el asesinato de un agente de la autoridad en ejercicio de sus funciones, el asesinato con tortura o actos de crueldad, y el asesinato con premeditación. Y aunque Sancho está a la espera de juicio, su confesión sobre el desmembramiento podría ponerle en lo peor. Eso sí, quien tiene la última palabra es el rey, que podría imponer la peor pena e incluso perdonarlo y dejarlo libre.
Aunque sería bastante extraño que el monarca tomara la decisión de reducir la condena o dejarlo en libertad, bien es cierto que hay precedentes en los que el rey ha mostrado clemencia. Artur Segarra, el español que secuestró, torturó y descuartizó a un consultor de Lleida llamado David Bernat y que después de meter los restos del cuerpo mutilado en varias bolsas de plástico, al igual que habría hecho el empresario culinario según su propia confesión a la policía tailandesa, fue condenado a muerte.
Sus abogados recurrieron ante el Tribunal de Apelaciones, que falló en su contra. Más tarde lo intentaron de nuevo ante el Tribunal Supremo, que ratificó la sentencia. Pero cuando todo estaba en su contra y no parecía que hubiera salida alguna para Segarra de su ejecución mediante una inyección letal, el 28 de julio de 2021 el rey Maha Vajiralongkorn cambió su decisión el mismo día de su cumpleaños como gesto de clemencia. La pena pasó entonces a cadena perpetua. Ahora (aunque lleva esperando tres años), un giro inesperado puede hacer que confirmen un posible traslado a España para cumplir la pena en nuestro país, algo que todavía no termina de llegar y que podría vivir de igual manera y en su propia piel el hijo del actor. ¿Podría ser el destino de Daniel el mismo?