Llevan apenas 10 días dentro de la casa, y los concursantes de la 17 edición de Gran Hermano ya dan mucho de qué hablar. Los primeros roces -tanto amorosos, como provocados por la convivencia- y los diferentes caracteres de los protagonistas del reality, van poco a poco aflorando y dejándonos grandes momentos que hacen que nos quedemos pegados a la pequeña pantalla cada jueves y domingo.
Una de las concursantes más ‘conflictivas’ está siendo Adara. La joven azafata madrileña, no ha dejado de tontear con los chicos de la casa desde el primer día. Adara, asegura que para ella es sólo un juego, sin embargo, para Rodrigo y para Pol, este juego se le está yendo de las manos.
Los tres forman un triángulo amoroso que parece no va a llevar a ningún sitio. Adara juega a dos bandas. Llena los oídos a Rodrigo y a Pol con bonitas palabras, y mientras que a uno le dice una cosa, al otro le dice lo contrario -y viceversa-. Los tres aseguran que no sienten nada, pero sus miradas no parecen decir lo mismo.
Dentro de la casa más conocida de la televisión, los sentimientos se magnifican. Vivir tanto tiempo encerrados entre cuatro paredes hace que todo se intensifique de manera desmesurada, sin embargo, parece que Rodrigo y Pol se han dado cuenta de cómo es Adara realmente. Los dos compañeros de GH17 han estado comentando entre ellos la estrategia de la rompecorazones madrileña, llegando incluso a pensar, que su profesión no es realmente la de azafata, sino más bien la de actriz. Repasamos algunas de las claves de este polémico triángulo.