Adara Molinero y su madre, Elena Rodríguez: así rentabilizan el dinero que han ganado en televisión

En los últimos años las intermitentes participaciones en concursos de Adara Molinero y su madre Elena Rodríguez les han reportado grandes beneficios que en los últimos años han decidido rentabilizar, y de qué manera

Noelia Zazo
Noelia Zazo

Periodista especializada en corazón

Adara y Elena Rodríguez
Instagram @elenarodriguezpa

No hay temporada sin reality ni reality sin Adara Molinero (30 años), aunque sea de manera indirecta, como será en el próximo 'Gran Hermano Dúo', en el que ella no va a participar, pero su madre sí. Tampoco para Elena Rodríguez (49 años) es la primera vez en un concurso, ya participó, con bastante éxito en 'Supervivientes 2020' y ahora lo va a intentar en casa más famosa de Guadalix, y con pareja, aunque aún se desconoce quién será. Lo que está claro es que ambas tienen experiencia, tanto en el papel de participantes, como en el papel de defensoras en plató, están curtidas en estas lindes, y son un binomio que funciona, está demostrado. Que se preparen sus compañeros.

En 2016 Adara participó en su primer reality, Gran Hermano, en su edición anónima, después llegaron Gran Hermano Vip, Secret Story y Supervivientes. El Dúo sería su única cuenta pendiente, ¿será la compañera de su madre? Para eso aún hay que esperar. Mientras tanto, las dos están disfrutando de la Navidad, y es que ambas han sabido rentabilizar su paso por televisión de tal manera que ahora pueden vivir tranquilas, disfrutar del tiempo libre, de la familia y dedicarse a lo que más les gusta.

En el caso de Adara, su gran beneficio no ha sido el premio que se llevó tras ganar el Vip que ascendía a 100.000 euros, ni siquiera el sueldo semanal, cada vez mayor, que firma antes de participar en un programa, si no la posibilidad que el hecho de ser conocida y tener seguidores se le ha abierto para trabajar como influencer. A través de las redes compartió su relación con Hugo Sierra, también ex Gran Hermano, el hijo que tuvieron juntos y su maternidad, después su ruptura, su relación con Gianmarco Onestini, con Rodri Fuertes más tarde e incluso con Bosco Martínez Bordiú con quién lo intentó durante unos meses tras su paso por Honduras. Esto le ha servido para aumentar cada vez más su número de followers, que ahora es de 865.000, y por tanto el número de empresas interesadas en contar con ella para una campaña, por la que puede cobrar, si se trata de un solo post entre 3.000 y 5.000 euros como poco.

Dinero que ha invertido en una vivienda que ha decorado completamente a su gusto y con todo tipo de comodidades. Está ubicada a las afueras de Madrid y tiene 97 metros cuadrados útiles, tres dormitorios, cocina abierta al salón con isla, dos baños, zona da lavandería y tendedero, plaza de garaje y trastero. Además de jardín, piscina y gimnasio comunitarios. En este momento la vivienda estaría valorada cerca del medio millón de euros.

Elena, por su parte, siempre se había dedicado a trabajar en un laboratorio farmacéutico, pero después del comienzo de Adara en televisión quiso probar suerte en el mundo de los negocios junto a algunas amigas. Crearon ‘Amans&Co’, una marca que según rezaba su página web había nacido de la “ilusión por la moda”, Elena ejercía de modelo y a través de sus redes hacía publicidad de la marca, pero no salió como esperaban y terminaron por dejarlo. Ella sin embargo continúo mostrando algunos aspectos de su vida en redes, e incluso haciendo alguna colaboración puntual.

De la misma forma que si hija, Elena ha invertido en un piso, hace menos de un año firmó la compra de una vivienda en la zona norte de Madrid, muy cerca del municipio en el que ha vivido siempre y en que crecieron Adara y su hermano Aitor. Se trata de una construcción sencilla en una zona residencial, tiene 73 metros cuadrados, cocina, comedor, dos baños, dos habitaciones y tendedero, además de trastero y plaza de garaje. Su mayor atractivo, y lo que más aprovecha Elena en su día a día, es el enorme pulmón verde que tiene a pocos metros de su vivienda, una zona en la que se la puede encontrar haciendo deporte casi a diario. Poco después compró también una plaza de garaje en un edificio muy cercano al suyo, quizá con la intención de alquilarla y sacarle rentabilidad.

No cabe duda, tanto madre como hija, han sabido ver las oportunidades y se han esforzado por aprovecharlas. Si algo en lo que casi todos los críticos de realitys coinciden es que ambas, sobre todo Adara que es la que más lo ha mostrado, son muy generosas y se vuelcan completamente en el concurso, algo que por otra parte es su trabajo desde el momento en que plasman su firma en el contrato.

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