Adara Molinero se ha convertido en una de las grandes estrellas de los realities patrios y le esto le ha permitido tener una enorme repercusión en redes sociales, de lo que vive actualmente, pero, ¿y su madre? ¿Cuál es la profesión de Elena Rodríguez?
La madre de Adara se presentó el jueves pasado ante la audiencia de ‘GH Dúo’ como taxista, una profesión que, quienes conocían a Elena Rodríguez de otros concursos de la televisión, no la tenían asociada a ella. Adara, tras recibir numerosos mensajes por las redes sociales, ha querido aclarar a lo que su madre se dedica realmente.
“Mi madre ha trabajado toda su vida en un laboratorio empaquetando y cargando cajas”, ha escrito Adara en X, la red social antes conocida como Twitter. “Toda la vida se ha estado levantando a las 6 y ahora es taxista y se levanta a las 6 igualmente día tras día; y echando un montón de horas”. Aclarado está. Elena Rodríguez parece haber reconducido su vida y su profesión y ahora se encarga de trasladar a pasajeros de una punta de Madrid a otra, con ganas y agradecida de tener un trabajo con el que puede costearse su vida.
Tal y como cuenta su propia hija, Elena Rodríguez siempre ha sido una trabajadora infatigable. Que entendía que el sacrificio que ella hacía era para que sus hijos crecieran teniendo de todo. Ahora Adara, que tiene una situación vital mucho más cómoda y privilegiada gracias a su trabajo en redes sociales, le gusta, de vez en cuando, recompensarla por todo lo que ha hecho por ella. Por ejemplo, antes de entrar en ‘GH Dúo’, la influencer se preocupó de que su madre se hiera los mejores (y más efectivos) tratamientos para que dentro de la casa de Guadalix de la Sierra luciera espléndida y con una actriz de Hollywood.
La dificilísima vida de Elena Rodríguez
Como decíamos, Elena Rodíguez no ha tenido una vida fácil. Ella misma relató el infierno que vivió a causa de su dislexia, que le procuró que en casa no entendieran qué pasaba con ella. “Esa niña era disléxica y tenía falta de concentración. Su mamá no lo entendía y pensaba que se portaba mal y usaba la correa”, dijo con lágrimas en los ojos al atravesar el puente de las emociones en ‘Supervivientes 2020’.
Aquellos problemas a la hora de leer y de expresarse retrasaron su formación escolar y la condenaron a un fracaso que, bien sabido llevar, no habría sido tal. Pero aquellos eran otros tiempos y se la responsabilizó de sus malas notas y minaron su amor propio, reduciéndolo a cenizas.
Aún así, no culpa a su progenitora por no haberla sabido entender. “No hay culpables. Amo a mi madre más que a mí misma, ella no se dio cuenta que cada correazo que me daba hacía que yo me hiciera más pequeña, y dejara de existir y creciera en mí un monstruo que me atormentaba continuamente y me dijera que no podía hacer nada", le dijo a Lara Álvarez en Honduras. El relato de Elena, durísimo y tierno a partes iguales, descubrió cómo era, en realidad esta luchadora que lo ha conseguido todo sin ayuda de nadie. Ahora su hija espera poder devolverle, al menos una parte, de lo que siempre ha hecho por ella.