La vida de Almudena Martínez (40 años), más conocida como Chiqui, cambió por completo el día que decidió participar en la décima edición del programa ‘Gran Hermano’. Se convirtió en una estrella de la televisión. Se Ggnó al público con su desparpajo y naturalidad. Desde entonces, ha hecho carrera en diferentes programas de Telecinco, incluyendo ‘El Reencuentro’, ‘Sálvame’ y ‘Supervivientes 2014’. Incluso su boda con Borja Navarro se celebró en el plató de ‘Sálvame’. Prepararon el especial ‘Las bodas de Sálvame’. Sin embargo, también ha intentado hacerse un hueco fuera de los focos y las cámaras.
Al salir de la casa de Guadalix de la Sierra, tenía claro que debía diversificar su carrera. Probó suerte como empresaria. Abrió la discoteca WaterSound en su Murcia natal, pero el ambicioso proyecto no salió bien. Entre proyecto y proyecto televisivo, ha trabajado además como cajera y también como sexóloga.
El tiempo ha pasado y las prioridades de Chiqui han cambiado. La exconcursante de 'Gran Hermano' ha decidido dar un paso al lado y alejarse del foco mediático. Se ha dejado ver en platós de televisión en contadas ocasiones. La última hace apenas unos días. ‘Socialité’ le entrevistaba para saber algunos detalles de su vida actual. Chiqui decidió cambiar de rumbo y centrarse en un nuevo trabajo. Ahora, trabaja en un concesionario.
La nueva vida de Chiqui
"He hecho de todo. Desde cajera, luego me fui a ‘Gran Hermano’, ‘Supervivientes’... Mil realities. Y ahora, pues estoy aquí, vendiendo coches”, ha dicho en el citado programa de Telecinco. Está muy contenta en su nuevo puesto de trabajo y se le da muy bien. "Ser yo misma es mi secreto para vender coches. Soy super simpática. La gente cuando viene dice 'ay, si es Chiqui, de la tele'. Están super contentos conmigo y es super fácil vender. El coche más caro que he vendido fue uno de alta gama valorado en 60.000 euros. Que todos los de Telecinco compren el coche conmigo, que les voy a atender superbien", ha dicho con su simpatía habitual.
Además, le permite pasar mucho tiempo con su familia. Justo esto fue lo que hizo que se apartarse de la televisión: "Como me han ofrecido la conciliación familiar para poder estar con mi hija, acepté esta propuesta. He estado cuidando de mis padres y luego entre casa, niños y trabajo no podía". Chiqui valora las condiciones que tiene ahora, pero también confiesa echar de menos el mundo de la televisión: "Ahora no puedo volver, pero la echo de menos. Sé que al público le encanto".
Un polémico divorcio
Los últimos años no han sido nada fáciles para Chiqui. Su matrimonio con Borja Navarro, fruto del cual nacieron sus dos hijas, terminó en desastre. Acabaron en los tribunales, como así contó la murciana en 2020 a través de su perfil de Instagram: “Hoy toca hundir el último papel, él último paso y pasar de ciclo. La vida son etapas que te hacen ser más fuerte y reconocer quién fuiste y quién eres ahora. 13 años a la borda. Una mañana para alegrarse, pero a la vez triste por no terminar bien. En términos generales, contenta con el resultado”.
La relación había pasado ya por muchas crisis antes de que decidiesen poner fin a su matrimonio. Habló incluso de que sintió miedo por lo que le pudiera hacer su expareja. "Desde aquí quiero decir que no se debe aguantar ni tolerar nada por los hijos porque no es bueno para ellos", contaba en una entrevista en ‘Sálvame’. Chiqui además confesó en el programa que su exmarido le había faltado al respeto por su físico en diversas ocasiones y que pensaba que no quería a sus dos hijas. Fue un duro trago para ella. A día de hoy sigue sin querer hablar con él. El trato que mantienen es por el bien de sus pequeñas y siempre a través de su exsuegra.