No son los únicos que llevan años lidiando con el erario público. Los actores de La que se avecina, Fernando Tejero y José Luis Gilhan tenido que verse las caras con Hacienda en varias ocasiones y, finalmente, han salido perdiendo. El famoso cambio de criterio que afectó a muchos de los que tributaban a través de sociedades también les pasó factura. Por mucho que han intentado argumentar su visión, parece que no lo han conseguido…
Llevamos años escuchando a rostros conocidos hablar de sus problemas con Hacienda. Los colaboradores de Sálvame, sin ir más lejos, se han pronunciado al respecto en varias ocasiones -Chelo García-Cortés ha sido de las más afectadas-. El Ministerio cambiaba de criterio de forma retroactiva y solicitaba a muchos famosos que abonasen las cuantías que consideraba que habían dejado de pagar por tributar a través de sociedades y no de forma directa como personas físicas.
El quebradero de cabeza ha empujado a los rostros populares a vender propiedades y enrolarse en concursos para poder saldar las deudas. Entre los afectados, se encuentran también los actores de La que se avecina Fernando Tejero y José Luis Gil. Según informa Vanitatis, ambos habrían perdido los correspondientes pleitos que mantenían con el erario público. Todo un varapalo para el que van a tener que ponerse firmes.
Tejero, siempre vehemente, no ha dudado en cargar contra el Ministerio en varias ocasiones. “Yo quiero pagar, por supuesto, y pago, pero me da mucha pena que tú te pases de plazo dos días y te trate como a un delincuente…”, afirmaba en una entrevista en El Español. “Casi todos los artistas hemos pasado por algo así”. El actor empezó su periplo con Hacienda con una inspecciono en 2010 y ha dudado hasta día de hoy.
También su compañero José Luis Gil se ha visto envuelto en un procedimiento parecido. El actor recibió una inspección que dictaminó que debía abonar al Erario una cuantía de 231.087 euros. Gil recurrió al Tribunal Superior de Justicia pero no le ha servido de mucho. El intérprete, igual que Tejero y otros tantos, facturaba a través de una sociedad que tenía en participación con su mujer.