Francisco Rivera era uno de los encargados de portar el féretro de María Jiménez desde el ayuntamiento al coche de caballos que la dirigiría a la iglesia de Santa Ana, en el barrio de Triana. Ha sido en el templo donde se ha reencontrado con su ex mujer, Eugenia Martínez de Irujo, muy emocionada por la pérdida de la artista. Los dos se han fundido en un hermosísimo abrazo que da buena seña de cuál es su relación actual.
Atrás quedaron las peleas que marcó su separación. Fran Rivera y Eugenia Martínez de Irujo vivieron uno de los divorcios más complicados. Las diferencias entre ambos fueron tan irreconciliables, que hasta lograron la nulidad matrimonial. Estuvieron años manteniendo la más tensa de las relaciones, que llegó a su cúspide cuando se dispuso con quién iba a vivir su única hija en común, Tana. Afortunadamente, todo eso es agua pasada. No queda rastro de aquellas viejas rencillas. Ahora el ex matrimonio es la viva imagen del entendimiento y la concordia. Cada uno ha rehecho su vida y no pueden estar más satisfechos con lo que han construido cada uno por su lado.
El ex matrimonio Rivera Martínez de Irujo, rotos por la pérdida de María Jiménez
Si Francisco Rivera había tenido un papel destacado en el último adiós a María Jiménez, Eugenia Martínez de Irujo había compartido con ella sus últimas semanas. La hija de la duquesa de Alba estaba absolutamente rota cuando llegó a la iglesia de Santa Ana y, cuando vio a su ex marido y a la actual mujer de este, Lourdes Montes, se deshizo en lágrimas. Para ella, María había sido muy importante. “Estuvimos con ella hacía solo dos semanas, en Chiclana”, decía el día de antes, a su llegada a la capilla ardiente de la diva. Habían compartido muchas risas y cantes, y, cuando se despidió de la madre de Alejandro, la había dejado sin una sola molestia; de ahí su tremendo shock.
Eugenia Martínez de Irujo, sin reprimir el llanto, se emocionaba al abrazarse a Lourdes Montes; protagonizando uno de los retratos más sinceros y especiales de la despedida a María Jiménez. Las dos mujeres se estrechaban buscando un consuelo que tardaría en llegar.
Eugenia Martínez de Irujo estaba arropada por su marido, Narcís Rebollo, directivo de Universal; que trabajó con María Jiménez y también la conocía muy bien. Es más, cuando la hija de la diseñadora se inició en el mundo laboral lo hizo llevando algunos asuntos y agenda de la andaluza, porque era amiga de la familia y Tana podría sentirse cómoda en una de sus primeras oportunidades.
Desde hace años, ambas familias mantienen buena relación. Con el tiempo, las nuevas parejas y el paso de los años, han sabido encontrar la tan ansiada reconciliación. En la actualidad, no tienen problema a la hora de compartir casetas, ferias o eventos rocieros, donde más suelen coincidir, puesto que los ambientes de uno y de otro suelen ser muy diferentes. También les hemos visto apoyarse en los diferentes proyectos, demostrándose que están de lo más unidas.