Una abogada penalista arroja luz sobre el caso de Anabel Pantoja y David Rodríguez: las pruebas definitivas que esclarecerán lo ocurrido

Una situación de lo más agónica que provoca que Anabel Pantoja y David Rodríguez tengan que hacer frente a los meses más duros de sus vidas. ¿Algo totalmente protocolario? Sí ¿Pesadillesco? También. Cuando la jueza acaba de recabar una de las pruebas fundamentales, las imágenes de las cámaras de seguridad del centro comercial en el que, supuestamente, tuvo lugar el incidente, queremos saber en qué punto judicial está la situación de la influencer y su marido. 

Pese a que ambos están haciendo frente a la dolorosísima pena de banquillo, un estigma social que les señala y provoca su ‘condena’ arbitrada por un cruel juzgado popular, lo cierto es que la presunción de inocencia les acompaña y ampara. Conviene recordar que hasta que no haya una sentencia firme dictada por un juez, ellos son inocentes y, hasta el momento, ellos tan solo están siendo investigados, como tantos otros padres que se han visto envueltos en una situación parecida. 

Una penalista se pronuncia sobre la situación de Anabel

“Nos han escrito muchas familias haciéndonos saber que no estábamos solos”, decía Anabel Pantoja en el comunicado que grabó el mismo jueves en el que el Tribunal Superior de Justicia desveló que los padres de la menor, que había estado ingresada casi 20 días, estaban siendo investigados por un presunto delito de maltrato infantil. Se estaba siguiendo un protocolo de lo más ordinario que siempre se activa cuando un niño llega a urgencias con determinadas lesiones. 

La abogada penalista Silvia Calzón Arias, en declaraciones al periódico La Razón, asegura que, pese a ese estigma social del que hablábamos antes, “el procedimiento continúa y sigue habiendo presunción de inocencia hasta que no haya una resolución judicial y firme”. Es entonces cuando se produce un cambio en la denominación de los investigados, que pasan a ser considerados acusados. “La denominación de estos va cambiando a lo largo del procedimiento, pero eso no le otorga la culpabilidad”.

El respeto a su presunción de inocencia le acompaña durante todo el camino judicial hasta que, al final, haya una condena firme. 

Las pruebas que pueden esclarecer lo ocurrido

Esta abogada especializada en cuestiones de familia recuerda que nos encontramos en la primera fase de instrucción del caso, en la que se están recabando todos los datos pertinentes. De ahí que, lo primero, fuera solicitar los testimonios de los progenitores de la menor cuyo bienestar se trata de proteger. El 27 de enero, Anabel Pantoja y David Rodríguez fueron llamados a dar su versión de lo ocurrido ante la jueza y diez días más tarde, esta obtenía una de las pruebas fundamentales. Las imágenes que permiten saber si dijeron la verdad y estuvieron ahí, como ambos mantuvieron, y qué pasó en el interior del coche. 

La jueza, además, ha pedido todos los exámenes médicos de la pequeña, que deberá acudir a revisiones pactadas desde antes de que le dieran en alta. Son citas en las que se puede conocer la evolución de la niña para, de esta manera, saber la magnitud de las lesiones. 

Una gran novedad en el caso

Sandra Aladro, en una de las últimas novedades aportadas sobre el caso, refiere a estos exámenes periciales realizados por los facultativos y en los que se ratifican que “descartan que haya intervenido ningún objeto en la crisis o en la manipulación de la menor”. Lo que descarta la voluntariedad de los investigados. No había dolo en sus actos, algo que se ha mantenido desde el principio, pero, para probarlo, era necesaria esta confirmación. 

Buenas noticias para los padres, porque, tal y como apuntaba la abogada penalista, los exámenes médicos iban a tener la mayor parte del peso en la investigación. “Se han pedido como diligencias de prueba las cámaras de seguridad, aunque veo complicado que con esas imágenes se pueda esclarecer algo”, aseguraba al periódico citado. “Las cámaras miran hacia un parking enorme normalmente, va a ser difícil que de esas cámaras con visibilidad reducida se vaya a poder ver algo lo que ocurrió. Es algo complicado. Tendrá que haber más pruebas, todos los exámenes médicos…” y estos ya han arrojado una información vital para la investigación.

La rutina que siempre se lleva a cabo

Todo está medido y controlado. Aunque este caso resulte llamativo por la fama de los investigados, lo cierto es que, es de lo más rutinario en las consultas de los médicos, desde donde, a la mínima sospecha, se activa un protocolo rápido. Prima el bienestar de la pequeña. Y, en este caso, ocurrió igual. Cuando un menor acude con según qué lesiones, la rueda se pone en marcha, no hay tiempo que perder. 

"Cuando un hospital o un médico tiene noticia de que existe un tipo de indicio de que algo haya podido ocurrir mínimamente, ya lo elevan porque tienen la obligación de denunciarlo. Ellos lo ponen en conocimiento de las autoridades y se inicia el proceso de manera rápida, se abre el protocolo”. El menor será examinado no solo por médicos, sino también por forenses. Toda esta información irá a parar a su dossier, que resultará imprescindible para el magistrado o magistrada encargado del caso. Esto, unido a las pruebas y testimonios solicitados, conformarán un puzzle de lo más claro en base al cual ya se podrá tomar una decisión sobre los investigados. 

Aún estamos en fase uno, pero, si todos los indicios se mantienen claros, la investigación podría archivarse dentro de poco. De no ser así, la agonía podría prolongarse durante todo un año. Ese, sin duda, sería el peor escenario para una Anabel Pantoja desesperada por recuperar, cuanto antes, su vida y despertar de esta pesadilla.