1. Asistió la infanta Cristina. Aunque no se dejó caer por la ceremonia, dado que los invitados de cada niño habían sido restringidos al máximo, la infanta Cristina, que actualmente vive con su familia en Suiza, cogió un vuelo y estuvo al lado de su sobrina. En un discreto segundo plano, la hija mediana de Sofía y Juan Carlos acudió a la comida familiar que tuvo lugar en el hogar de los Reyes, como hiciera también el junio pasado cuando voló hasta Madrid para felicitar a su hermano de manera personal en uno de los días más importantes de su vida: su proclamación como rey.
2. Los Rocasolano-Ortiz se llevan a pedir de boca. ¿Tensión? ¿Quién habló de tensión? Letizia se lleva fenomenal con la mujer de su padre, Ana Togores, aunque muchos decían que su relación no era la mejor. En la Primera Comunión de Leonor se demostró que las dos están muy compenetradas y se vio algún que otro gesto de cariño de la reina a Togores. Además, Menchu Álvarez, madre de Jesús Ortíz, y su exnuera, Paloma Rocasolano, siguen manteniendo muy buena sintonía. La periodista radiofónica llegó a la iglesia del brazo de Paloma, demostrando lo unidas que siguen estando.
3. Los asientos. Los asientos estaban organizados según los apellidos de los niños. A Leonor, por ser Borbón, le tocó la segunda bancada y sus invitados se sentaron en las filas de atrás, con los otros padres, abuelos y hermanos de los niños que hacían la comunión.
4. La levita de la reina recordaba al modelo que lució en el bautizo de Leonor. El blanco en los eventos más importantes de Letizia se impone como su color fetiche. No rojo como se pensó muchas veces. El blanco es una especie de amuleto para nuestra reina y ayer se volvió a demostrar, con la curiosidad de que para la Primera Comunión apostó por el encaje, igual que hizo nueve años atrás cuando Leonor fue bautizada. Podemos saber una cosa, para la boda de la niña ya os avisamos que no creemos que se atreva con este color...
5. Un almuerzo. Tras la ceremonia, llegó el almuerzo con toda la familia. La princesa reconoció a la salida de la iglesia que irían todos a “casa a celebrarlo”. En casa, precisamente, los esperaba la infanta Cristina, la invitada sorpresa para muchos.
6. Una fiesta el sábado. Una vez que todos sus amigos y compañeros de clase ya han hecho la Primera Comunión, Leonor celebrará con todos ellos una fiesta en su casa. En un principio se pensó que sería el mismo día, pero tiene más sentido organizarla el sábado, una vez que los niños ya hayan festejado con sus familiares ese día y puedan tener una tarde sólo para ellos. Esperamos que ese día su madre levante un poco la mano sobre su control de chuches y deje a las niñas comerse todo el azúcar que quieran.