Solo ha durado un año en el Eibar, cuando el mercado de invierno de fútbol ha confirmado que su anterior club, el Bredford, ha decidido volver a ficharle. El futbolista Jota Peleteiro vuelve al Reino Unido, y se desprende la peor noticia con la que podía empezar el año Kiko Rivera: su ex Jessica Bueno seguirá los pasos del centrocampista y, por consiguiente, también se llevará al hijo que tuvieron en común, Francisquito.
Los Pantoja no pueden estar más preocupados, en especial Kiko, quien ve cómo vuelve a separarse de su primogénito, un año después de haya estado viviendo ya en Londres. La capital británica vuelve a ser la ciudad elegida por Jessica y Jota para instalarse y es probable que sea pronto que tarde, este mismo mes de enero, pues Jota debe incorporarse a las dinámicas de su nuevo equipo lo antes posible. La rapidez de los acontecimientos acentúa el drama y tiene toda la pinta de que a Kiko se le está atragantando pensar en el año que le espera. El hijo de Isabel Pantoja disfruta de dos fines de semana al mes y, de nuevo, y como hace dos años, deberá volver a a estar de aeropuerto en aeropuerto, conexión Londres, con la maleta para arriba y abajo, para ir a recoger a su pequeño de cinco años.
Parece que lo único bueno que le estaría dando alegrías a Kiko es su carrera musical, sobre la que ahora estaría volcado y creando nuevo material, y que le habría hecho perderse el festival de Navidad del colegio de Francisquito y el cumpleaños de su hija Ana, fruto de su relación con Irene Rosales, que el pasado 15 de diciembre cumplió su primer año de vida.
Jessica Bueno y Jota Peleteiro tienen un hijo en común, llamado como el futbolista.