10 razones para no perderte la boda sueca

De acuerdo, todas las novias son guapas por defecto, pero Magdalena es una belleza, se mire como se mire.

La ‘maison’ romana es la gran favorita para vestir a Magdalena. Valentino vistió a Liz Taylor en su novena boda, a Jennifer Lopez en su segunda y a Anne Hathaway. El triunfo aristocrático del emperador de la alta costura fue la creación que ideó para el gran día de Máxima de Holanda. 

Carlos Felipe es un príncipe como los que solía dibujar Disney, de pelo ensortijado y prominente mandíbula. Además, ha acudido a una discoteca con una máscara de extraterrestre, ha hecho autoestop y ha perdido la cartera (la encontró un ciudadano que no daba crédito cuando vio a quién pertenecía).

Será la primera boda de Estelle, de un año, hija de Victoria y futura reina de Suecia. 

Eva Maria Walter es una austríaca nacida durante la ocupación nazi, polidivorciada y amiga íntima de Ivana Trump, Una mujer con pasado que le robó un novio a Liz Taylor. Hay que ser muy felina para eso. 

Sofía, la novia de Carlos Felipe, provoca pesadillas a los relaciones públicas de la casa real sueca. En esas pesadillas ella aparece en 'top less' y con una boa constrictor como complemento. Así apareció fotografiada en una revista, pues la chica tiene un pasado como modelo erótica.

A la magia de la boda de Victoria, la hermana mayor de Magdalena, nos remitimos. Aquello fue ‘La bella durmiente’ en carne y hueso y versión fitness: la princesa se casaba con su entrenador personal. Magdalena paseará en la misma calesa que lo hizo su hermana y lo hicieron sus padres, construida en 1900. Si llueve, sin embargo, sacarán el Cadillac del garaje. 

Las casi idénticas princesas danesas, que además lucen singulares nombres, siempre suelen estar entre las mejor vestidas de los ‘royals’.

De ver sonreír a Charlene de Mónaco. Si alguna vez tiene que dejar de estar seria será en una boda, ¿verdad?

Por supuesto.