Todo marchaba fabulosamente bien. Shakira y Gerard Piqué, acompañados de sus dos hijos, disfrutaban de unos días de vacaciones en Nueva York. Los planes se sucedían, y, entre partidos de baloncesto, hockey y hacer las típicas cosas de los turistas (como visitar la tienda M&M’s), la familia lo pasaba bomba. Hasta que el infortunio se cruzó en sus vidas, marcando las que estaban siendo unas estupendas Navidades.
El percance ocurrió cuando estaban solas Shakira y la madre de Piqué, Montserrat Bernabeu. Las dos se encontraban en uno de los epicentros más transitados de todo Manhattan, Broadway, donde la prensa descubrió a la artista y a la madre del futbolista frente a una ambulancia. Al parecer, la progenitora de Gerard habría tenido un pequeño accidente que acabó con su pierna lastimada, y fue trasladada en camilla, con la extremidad inmovilizada, a algún centro hospitalario de la ciudad. La colombiana no se separó de su lado, y en su cara se reflejaba la preocupación por el momento.
Esta misma semana Mebarak hacía llegar un importante comunicado a través de sus redes sociales. En este indicaba que no podría retomar su gira el Dorado Tour hasta junio, debido a la afección vocal que la ha obligado a posponer sus primeros conciertos. Shakira será tratada de las cuerdas vocales por uno de los mejores especialistas, que también ha trabajado con importantes figuras de la música como Adele, que se vio en una situación parecida a la de Barranquilla.
Estas vacaciones alejados de Barcelona suponían un descanso para la familia en todos los sentidos, lástima que este incidente ahora ponga la nota amarga en unos días que se las prometían festivos, repletos de actividades y divertidos. Seguro que, quedarse en casa, protegidos del frío, y todos juntos tampoco es mal plan.