Cada semana, 'Gente Maravillosa' invita a alguno de los rostros más conocidos del panorama social. Ya sean actores, presentadores o cantantes, Toñi Moreno se sienta con sus invitados e invitadas para charlar de la vida después de gastarles una de sus icónicas bromas. Hoy ha sido el turno de María León. La actriz de 'La voz dormida' ha llegado con su humor y honestidad habituales para charlar de algunos aspectos de su vida personal que no conocíamos.
De esta manera, la hermana de Paco León ha reconocido tener "un altarazo" en el que acumula algunos objetos que valora. "Siempre tengo la velita. Tengo al Sagrado Corazón, al San Judas Tadeo, una figurita de Santiago de Compostela, estampita de mi tata, la foto de mi tata, corazoncitos, mis pétalos. Cuando se me seca una rosa, pues llevo la planta seco. Y habló muchísimo con ese altar", ha confesado. También, ha reconocido que habla con las plantas ¡e incluso más, les canta!. "Es una receta que hago cada día", ha dicho, reconociendo que es una gran amante de las plantas y que tiene de todos tipos. "Dos naranjos, dos palmeras, un níspero...", ha enumerado.
Pero si algo ha sorprendido es el castigo que le impuso su madre cuando era una niña. Todo comenzaba al hablar de lo mucho que María, al reír, se va pareciendo a Carmina Barrios. "Ella siempre presume de que eres una calcomanía a ella. Nos ha contado muchas cosas que ella ha estado aquí en el programa y ella tiene incontinencia verbal. ¿Es verdad que un día te metió la cabeza en el váter?", ha preguntado Toñi Moreno.
Ni corta ni pereza, María lo ha reconocido. "Me metió la cabeza en el váter y me amenazó... Le dio a la cisterna. Lo guay de Carmina, y me gusta mucho... Yo de pequeña, las cosas de los niños que quería llegar tarde al cole, que no quería... Quería engañarla un poco y la tenía cansada. Y me estaba haciendo una coleta. Y venga a peinarme y yo 'que no, que tengo un bulto y que tengo no se que'. No podía más, la pobre, tenía que trabajar. Y, de repente dice, 'ay la hija de la gran puta de la niña, la mal nacida' y le dije yo 'pues no haberme tenido'. Automáticamente, ella vio esa amenaza y me dijo, 'lo mismo que te he tenido, te quito del medio'. Y me metió la cabeza en el váter", ha relatado. Una anécdota surrealista que para María demuestra tanto su carácter como el de su madre.