El pasado martes, 24 de mayo, 'El Intermedio' empezaba de una forma diferente. Sin la presencia de El Gran Wyoming. En su lugar estaba Dani Mateo, colaborador habitual del espacio y encargado de informar del "pequeño problema de salud" que mantuvo al presentador lejos de plató. Seis después, el lunes 30 de mayo, Wyoming regresó al programa de laSexta, y lo hizo con un mensaje a los seguidores de Dani Mateo. "Podría haberme quedado unos días más de recuperación, pero, como ya decía Groucho Marx, no faltes a un día de representación. El que te sustituye lo hará mejor que tú y te va a echar. Así que aquí me tienen", dijo a cámara.
El Gran Wyoming también quiso, antes de comenzar con los contenidos habituales del programa, explicar qué era lo que le había sucedido. "¡La noticia del día es que estoy vivo!", dijo a cámara. "Tras unos días indispuesto quiero dar las gracias a todos los que se han preocupado por mí. Ha llegado el momento de contaros el motivo que me ha mantenido apartado del programa", continuó mientras pedía a un compañero de realización que le acercarse "el motivo".
El Gran Wyoming regresa tras unos días indispuesto
Le entregó un objeto grande, envuelto en una sábana de color crudo, mientras se escuchaba el llanto de un bebé. Quiso darle un toque de humor para contar los motivos de su ausencia: "Efectivamente, amigos, la semana pasada no pude presentar el programa. Es por ella. He sido padre de una criaturita", dijo. Fue entonces cuando quitó la sábana que recubría al objeto que sujetaba: "Me refiero a una piedra en el riñón". "He estado varios días intentando expulsarla de mi cuerpo. Al final, no fue por cesárea. Salió por parto natural y os puedo asegurar que duele mucho, pero compensa porque fijaos, es clavadita al padre. Tenemos la misma cara... ¡dura!", añadió con el humor que tanto le caracteriza.
Las bromas continuaron cuando saludó a su compañera Sandra Sabatés. "Buenas noches, Wyoming, ¿cómo estás? Qué alegría verte. Ya tienes la primera piedra para tu nueva casa", le dijo la comunicadora, provocando la risa del público allí presente. "Qué graciosa. Pues sí, y me va a costar un riñón", respondió él antes de dar paso a su sección habitual.