En ‘First Dates’, como en la guerra, todo vale. Cada noche, decenas de solteros acuden al restaurante capitaneado por Carlos Sobera para encontrar el amor, una llama que a veces también está avivada por las propias trampas del programa. Álex y Celia cayeron en una encerrona de esas que o unen o separan; la pareja superó la prueba, una que terminó con Celia pidiéndole matrimonio a su cita.
Álex tiene 26 años, es médico, le gusta la música y hace acrobático con telas aéreas. Celia comparte su gusto por la música, Celia es estudiante, tiene 20 años y es bailarina. La primera impresión fue buena, y la primera conversación, también. Se dieron cuenta de que pueden hablar de todo y de que buscan algo parecido. Vamos, que Álex y Celia encajan a la perfección.
Álex y Celia, en 'First Dates'
Celia quiere una persona que le de estabilidad. “Quiero encontrar a alguien con quien compartir mi tiempo”, aseguró a cámara. Eso, y que “tenga ambiciones y no sea un heterobásico”. A Álex le pareció bien lo que su cita pedía mientras buscaba señales del universo que le dijeran que Celia es la chica que estaba esperando: “Hay un principio que es el de causalidad que dice que nada pasa porque sí, esto puede ser una señal”.
La cita iba viento en popa, muestra de ellos es que en sus últimos momentos a solas, antes de tomar la decisión final, hubo una proposición de matrimonio. “Álex, quieres casarte conmigo”, preguntó Celia. El médico rápidamente respondió con un sí a la bailarina y le dio un fuerte abrazo. La pedida fue fruto de un juego de atrevimientos que ‘First Dates’ tiene en guardado en su cabina, pero sí que dijeron ‘sí’ a tener una segunda cita, el problema es que ella vive en Portugal y él, en Sevilla.