"Desde el Teatro Príncipe junto a la Gran Vía de Madrid hoy con Candela Peña", anunció Ricardo Castella. Tercera noche sin David Broncano en 'La resisdencia' (tras dar positivo en coronavirus), tercer presentador al frente del programa. Después de Grison y Jorge Ponce, llegó el turno de Candela Peña. La actriz hizo las labores de maestra de ceremonias, algo que el público, el presente y el que estaba en casa, recibió con buena gana. Ella entró al teatro bolso y fotografía de David en mano.
"Maricones, tengo la boca como una alpargatita. Estoy muy nerviosa", confesó. Pero Candela tiró de humor (y de zancas) para sobrellevar los nervios iniciales. "No me habéis dado ni un regalo, gordos. ¡Qué rancias! A lo mejor es que el regalo soy yo. He dicho que venía aunque soy actriz, pero no presentadora, ni cómica, ni nada, pero la cosa es pasar un buen rato hoy, ¿no?", añadió mientras el público reía.
Candela Peña contó con una cómplice de nivel. Ingrid García-Jonsson, colaboradora habitual también de 'La Resistencia', quiso acompañar a Candela y echarle una mano durante la entrevista a los componentes del grupo Angelus Apátrida. "Hice una película con esta persona y me enamoré completamente. Digo que desde entonces es mi novia. Como diría mi madre: "vale para un roto y para un descosido. Ella tiene su profesión, pero podría ser lo que quisiera. Con todos ustedes, ¡In-grid!", dijo para presentar a su compañera de reparto en 'Salir del ropero'.
Durante la entrevista, aprendimos del heavy metal y, también, algún que otro truco para cuidar el cabello rizado y largo. Candela le dio varios consejos a José J. Izquierdo y Guillermo Izquierdo para asegurarse de que se cuidaban un poco más el cabella, ya que reconocieron que no hacían nada tras lavarse el cabello.
También hubo otros momentos graciosos durante el programa de ayer. Grison recibió la visita de una antigua alumna a la que tenía en dudosa estima. "Cuando era pequeña iba a lenguaje musical y escribí 'Marcos es tonto' con boli permanente. Y cuando lo quise borrar no se iba y resulta que el profesor Marcos era Grison", leyó Ricardo, y eso que esta alumna le había entregado una nota. Al escucharlo el colaborador la buscó asombrado y, aunque recordó su nombre, sí que la reconoció: "Qué mala eras tú, esta era un diablo".