Se calcula que un menú de fiestas puede llegar a las 3.500 kcal y que buena parte provienen del postre, de la sobremesa y de las bebidas. No se trata de que renuncies a la tentación, pero sí que moderes tus raciones y que no abuses del alcohol (piensa que una copa de cava son 65 kcal; una copita
de licor, 110 kcal; un vaso de vino tinto, 78 kcal). Compensa los días que has comido de más con platos menos calóricos el resto de la semana. Sobre todo, con alimentos que contengan fibra y caldos, ya que llenan tu estómago y sacian.
Trucos para restar calorías
- Chips crujientes de verduras variadas. Una guarnición baja en calorías ideal para acompañar platos de carne y pescado. Con la ayuda de una mandolina, haz finas lonchas de patata, remolacha, zanahoria y yuca. Extiéndelas sobre una bandeja y hornéalas a fuego lento. También se pueden tomar como tentempié con una salsa ligera de yogur griego.
- Guarnición de col lombarda, manzanas y uvas pasas. Para acompañar asados sin apenas añadir calorías. Con la col lombarda, una verdura típica de las comidas y cenas navideñas, vestirás los platos con su llamativo color. También se puede servir como entrante.
- Mayonesa y besamel light. La mayonesa es el aderezo tradicional de pescados, mariscos, espárragos blancos y también la base para elaborar otras salsas. Una sola cucharada supone unas 175 kcal. Pero puedes aligerarla un poco si la preparas tú misma y sustituyes parte del aceite por caldo de verduras. En cuanto a la besamel, una versión más ligera consiste en usar leche desnatada, maicena y nuez moscada en lugar de mantequilla y harina de trigo.
- Caldo 'desgrasado'. Para que sea ligero, debe estar elaborado a base de vegetales y también hay que quitarle la grasa. Una manera sencilla de hacerlo es apoyar un poco de papel de cocina en la superficie. Verás cómo se adhiere toda la grasa.
- Rellenos con frutas. Una carne blanca (como la pularda o el pavo) con un relleno a base de frutas es una opción exquisita de plato de fiesta con pocas calorías. Con su intenso dulzor y color realzan el plato. Añade ciruelas, pasas, manzana, piña, arándanos, naranja...
Compensar cuando no son fechas señaladas
Desayuna sin bollería: elige entre copos de avena, una pieza de fruta o pan integral con tomate y jamón york o pavo. Entre horas, a media mañana o tarde, dos mandarinas, yogur o leche desnatados, una infusión... La comida que sea ligera, a base de caldo de verduras con pollo o una ensalada completa y fruta. Y cena suave, lo mejor para el estómago por la noche es tomar algún plato generoso de verdura hervida, puré o caldo vegetal. Las ensaladas son indigestas.
Mejora tus digestiones
Las comidas copiosas y ricas en alimentos grasos pueden provocar molestias estomacales como digestiones pesadas o acidez. Por eso...
Comino en carnes y pescados blancos. Esta especia puede ayudar a reducir las flatulencias y las molestias gastrointestinales.
Piña natural de postre. Contiene una enzima, la bromelina, que beneficia la digestión porque ayuda a digerir las proteínas. Además, tiene solo 40 kcal por cada 100 gramos. También la puedes incluir en las ensaladas.
Infusión de boldo. Está especialmente recomendada para mejorar las digestiones lentas y la pesadez de estómago. Acabar las comidas con una infusión de boldo es una buena opción para aliviar las molestias digestivas de forma natural.