El descubrimiento que ha hecho la Unidad de Ictus del Hospital Clínic de Barcelona ha sido identificar que la administración de un preparado que contiene principalmente ácido úrico puede mejorar el pronóstico clínico de muchos pacientes que han sufrido un ictus isquémico en las cuatro horas y media previas.
Reducir el daño cerebral por la falta de oxígeno
"El ácido úrico –explica el neurólogo Ángel Chamorro, responsable de la Unidad Funcional de Patología Vascular Cerebral del Hospital Clínic de Barcelona y especializado en ictus en la Universidad de Columbia (EE. UU.)– es un producto natural del metabolismo de nuestro organismo cuya función principal es la de ser un antioxidante muy eficaz. Sin embargo, en situaciones como las que genera un ictus, los niveles de este ácido descienden rápidamente y entonces nuestro organismo tiene una menor capacidad antioxidante". Según Chamorro, al reponer los niveles de ácido úrico, nuestra sangre tiene una mayor capacidad de eliminar unas sustancias tóxicas que se forman rápidamente en el cerebro que ha padecido un ictus. "Lo más importante es que el tratamiento reduce el daño generado por la falta de sangre en el cerebro. Es decir, que evita o disminuye las secuelas de un ictus isquémico de forma muy significativa", aclara el doctor.
Cuándo funciona el tratamiento
Para obtener buenos resultados, debe inyectarse una solución de 500 cc de ácido úrico en una vena del paciente durante 90 minutos, dentro de las cuatro horas y media siguientes al ictus. Aunque, de momento, los investigadores del Hospital Clínic han estudiado los efectos de ese tratamiento principalmente en el ictus isquémico (es el más frecuente, resultado de un bloqueo del flujo de la sangre en un área del encéfalo por la formación de un coágulo), no descartan que pudiera ser también útil en el ictus hemorrágico (el más destructivo y con mayores tasas de mortalidad, se produce por la rotura del vaso que provoca, además del cese del flujo, la salida de sangre y la formación posterior de un hematoma en el cerebro) y en otras enfermedades del sistema nervioso.
"El tratamiento es más eficaz en las mujeres, en los pacientes con glucosa elevada en el momento del ictus y en los que llevan stents, unos dispositivos que abren de forma mecánica la arteria ocluida", explica el doctor Ángel Chamorro.
Diferencias con otros tratamientos
Actualmente, solo los fármacos trombolíticos y los stents han demostrado ser eficaces para abrir las arterias ocluidas. Pero estos tratamientos son útiles en menos de la mitad de los pacientes con ictus. "De confirmarse los hallazgos que hemos obtenido con el ácido úrico, estaríamos frente al primer tratamiento en el mundo que protege nuestras neuronas", concluye el neurólogo.
El ictus en España
En nuestro país se producen 100.000 casos cada año y por cada minuto que no corre la sangre por una zona del cerebro, perdemos 1,7 millones de neuronas. Se trata de la primera causa de incapacidad permanente en la población adulta. La probabilidad de padecerlo se incrementa con la edad y, en general, es mayor en hombres que en mujeres. La hipertensión, la diabetes o el colesterol son algunos factores de riesgo.