Las cremas frías o vichyssoise son un clásico de la cocina francesa que ha traspasado fronteras. La gracia de este plato es su textura, tiene que ser fina, ¡finísima! Y es que su ingrediente principal son los puerros, que tienen un sabor característico absolutamente delicioso pero también una textura hebrosa que puede echar por tierra cualquier elaboración que hagamos con ellos. La clave está, pues, en cocinarlos muy bien para que queden tiernos, en triturarlos a la perfección (por eso es mejor utilizar un robot de cocina bien potente) y después colar la crema. Mejor si lo hacemos dos veces en lugar de una solo y con un colador o un chino con unos agujeros lo más finos posible. Como toda crema se puede tomar tal cual pero siempre gana enteros si además la acompañamos de unos toppings. Ponerles un toque crujiente siempre es buena idea por eso le hemos añadido unas lonchas de beicon tostadas en el horno. Además hemos añadido un huevo cocido bien picadito que le va de maravilla y hace que el plato sea mucho más completo. Como colofón, un poco de cebollino picado. Si quieres que el plato sea vegetariano 100% cambia el caldo de pollo por caldo de verduras de una preparación previa pero evita cocer directamente los puerros y las patatas en agua porque el resultado será demasiado soso. Para rebajar el cómputo de calorías de esta crema fría también puedes sustituir la nata líquida por leche evaporada o leche entera.