La reina Letizia también recurre a esas prendas del armario más elegantes que tenemos reservadas para las citas navideñas, y así nos lo ha confirmado con el último look que ha lucido par asistir a los premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote, entregados en la casa ABC de Madrid. Se trata de un vestido que ya la hemos visto lucir en una ocasión anterior, hace poco más de un año para la recepción del presidente israelí y su esposa, pero con el que ha logrado volver a inspirarnos para acertar estas fiestas y para caer rendidas a las lentejuelas. Una nueva lección de estilo que se suma a los innumerables aciertos de este año.
Un diseño sin manga, con lentejuelas negras y pequeños pailettes en blanco de diferentes tamaños, que no ajustaba a la silueta. Este vestido está firmado por una de sus maras fetiche, Carolina Herrera. La reina completaba este look con unos zapatos en negro de charol, firmados por Lodi, y un clutch también en negro, con un estilo de lo más clásico, de la firma Magrit. Un complemento que ya la habíamos visto en anteriores ocasiones.
En cuanto a la apuesta beauty, Letizia luce un moño despeinado, y se decanta por unos tonos rosas en todo su maquillaje, donde el blush y las sombras son el centro de atención. Lo que más nos llama la atención es que casi no ha variado en su manera de combinarlo desde el año pasado, cuando lo lució en noviembre.
La reina Letizia optó por combinarlo de la misma manera, con unos accesorios muy similares, incluso coincidiendo en el maquillaje y peinado, incluso en el tipo de pendiente.
¿Habrá sido coincidencia?