La indignante situación que viven los médicos: “he visto muchos casos de pacientes que agreden”

Los datos no mienten. En 2023, se han registrado 769 casos de agresiones a médicos y la mayoría de ellos han sido a doctoras de Atención primaria. Es una tendencia en nuestro país que está aumentando poco a poco. Como resultado, cada día dos sanitarios sufren una agresión en España.

Sanitarios víctimas de agresiones 

Según Organización Médica Colegial (OMC) y Mutual Médica, el año pasado se registraron 769 casos de violencia contra médicos en nuestro país. Se trata del segundo dato más alto en la historia de este registro respecto a las agresiones en profesionales sanitarios.

Para acabar con esta tendencia, la Organización MÉDICA Colegial ha lanzado una “Guía contra agresiones”. El objetivo es acercar información y recomendaciones a los profesionales del sector sanitario que sufran cualquier tipo de agresión. También incluye consejos para los centros donde se produzcan este tipo de agresiones.

Este documento no es nuevo. Existe desde 2009, aunque ahora se ha actualizado para incluir nuevas recomendaciones y más información que ayude a los sanitarios a afrontar situaciones de violencia. El Doctor Vicente Rodríguez, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, asegura que “el documento nace con la misión de servir de ayuda a todos los actores sanitarios para evitar estas situaciones, afrontarlas de la mejor manera si se producen y proteger a nuestros compañeros y compañeras en caso de sufrirlas”.

Los médicos agredidos hablan

El trabajo de un médico no es nada fácil y mucho menos cuando tiene que lidiar con agresiones por parte de pacientes o familiares. Este es el caso de Clara, una joven médica de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), quien asegura haber presenciado y vivido alguna agresión. “Yo he tenido agresiones por pacientes alcoholizados que pegan, rompen todo y a lo mejor te llevas una”, cuenta.

Clara asegura que estas situaciones surgen en momentos difíciles. “Esto ocurre normalmente con pacientes graves, que tienen muchas patologías, y sus familias no entienden que no son candidatos a todo tipo de tratamientos por los riesgos que corren. Hay veces que la evolución del paciente enfermo es mucho más rápida que la del diagnostico y esto las familias no lo llevan bien. Es totalmente lógico, pero, aunque lo intentes explicar, la familia no lo entiende y te exigen un extra que no existe. Es entonces cuando surgen puntos conflictivos”, explica.

“Otros momentos complicados son las muertes encefálicas en gente joven porque es algo muy difícil de explicar. A lo mejor tenemos un paciente ingresado en la UVI, intubado, conectado al respirador y a otras máquinas y hay que explicarle a la familia que el paciente no está vivo. Su corazón late porque está conectado a una máquina que lo hace por él, pero su cerebro está muerto. La familia no lo entiende y a la hora de retirar medidas en esos pacientes, que ya no están vivos por una serie de datos clínicos y pruebas que lo certifican, son situaciones que generan conflictos. Los familiares solo ven al paciente tumbado y durmiendo en una cama en paz, respirando y caliente”, argumenta Clara.

Ella asegura que “en las urgencias se ven bastante las agresiones físicas y verbales”. De hecho, nos ha contado directamente a Lecturas Diario que “algún enfermo de vez en cuando muerde a alguna enfermera porque se quiere ir”. Al parecer, también son habituales los casos de agresiones de paciente a familiar.

“He visto muchos casos de pacientes que agreden a su familia y las maltratan física y verbalmente”, nos cuenta Clara. Este tipo de situaciones deben denunciarse. Muchos médicos aseguran que ahora estas agresiones se visibilizan mucho más que antes.  Según el Informe de Agresiones Profesionales del SNS en 2022 se notificaron 13.210 agresiones.