Me lo pregunta una horrorizada Pilar Rahola con su habitual desenfado, “Nena, he visto a ‘la’ Letizia en lo de Girona, es como una Barbie. ¿Qué le ha pasado en la cara? Tanto botox hace que parezca una muñeca de cera”, mientras el experto en moda Carlos García Calvo opina que para esa ocasión tan delicada, “la Reina ha optado por el feísmo, en el peinado y en el vestido”. Yo no sé si en la cara se ha hecho algo, pero me soplan el último complemento favorito de Letizia: un postizo de pelo natural, de su mismo color, que se coloca con horquillas invisibles en la coronilla y estrenó en el viaje a EEUU. Para ir a Girona rizaron el postizo y ella misma se lo plantificó sobre su pelo aplastado con gomina. Es cómodo, en lugar de ir a la peluquería, envías al postizo. Ahorra tiempo.