Me llama un colega inglés para comentarme que tiene la prueba irrefutable de que don Juan Carlos mantuvo un flirt con lady Di: cuando a esta le pidieron dinero por unas fotos tomadas a escondidas en un gimnasio, desde un banco español se hizo una trasferencia a los chantajistas de 10.000 libras.
Yo me carcajeo, porque sí es cierto que fueron españoles los que prestaron la pasta a la alocada princesa, ¡pero no Juan Carlos! Esté tranquila doña Sofía, que en esa ocasión su marido era tan puro e inocente como un recién nacido. ¡Señora, es mi regalo de verano!