El asunto no puede ser más surrealista. A Salvador Dalí le ha salido una hija secreta empeñada en sacar al pintor de su tumba, ubicada bajo una losa dentro del museo de Figueras, para extraerle el ADN y demostrar que un día, hace 60 años, el pintor dejó embarazada a su madre, la de la mujer se entiende, quien al parecer trabajaba de sirvienta eventual en al casa de unos vecinos del pintor en Cadaqués. La pretendiente a hija de Dalí se llama Pilar Abel y lleva ya unos cuantos años dando la matraca con este tema que atenta contra el sentido común de cualquiera que conozca la trayectoria y la naturaleza de la sexualidad del pintor. Pero vamos, todo puede ser porque quién no ha tenido un desliz.
El asunto es tan raro como el de las dos personas que hace algunos años aseguraban ser hijos del rey Juan Carlos. Uno de ellos Albert Solá basaba su demanda en su parecido con el anterior monarca y en el hecho de haber sido abandonado con un chupete verde, color que utilizaban los monárquicos para expresar su lealtad al rey ya que en la palabra, en mayúsculas, es un acrónimo de la expresión “Viva el Rey de España”. La otra pretendiente, Ingrid Sartiau, llegó más lejos que su colega convenciendo a un juez de la veracidad de una confesión de su madre que le aseguró haberse quedado embarazada de un joven alto y guapo del que no sabía el nombre pero a quien el conserje del hotel de Marbella donde se alojaba identificó, a finales de los 50, como el príncipe de España. Sartiau y Solá interpusieron sendas demandas de paternidad ante los tribunales españoles pero solo fue admitida la primera aunque la cosa no llegó a más porque el Tribunal Supremo cerró el caso ante la inconsistencia de las pruebas presentadas.
Pilar Abel, dispuesta a llamarse Dalí, es todo un personaje e incluso ejerció de vidente con programa de madrugada en una televisión local de Girona. Hace años pretendió sacarle un dinero al escritor Javier Cercas a quien demandó por haber usado sin permiso su personaje de pitonisa en la película 'Soldados de Salamina', basado en el libro del mismo título. Le pedía 700.000 euros y perdió de modo que tuvo que pagar las costas y la tontería le salió por un pico y para recuperarse empezó con la historia de que era hija de Dalí, sin que nadie le hiciera mucho caso hasta que ha dado con un abogado listillo que ha conseguido que un juzgado de Madrid admita a trámite la demanda y además ordene la exhumación del cadáver de Dalí.
Es verdad que durante muchos años, demasiados, hombres poderosos, o no, dejaban embarazadas a muchachas pudorosas, o no, y en el caso de embarazo, si te he visto, no me acuerdo. Cuantos hijos abandonados hijos de marqués y la criada, cuantas mujeres engañadas y cuantas también que quisieron engañar y les salió mal la jugada. Nadie que conozca la vida sexual de Salvador Dalí puede creerse que dejara embarazada a una mujer: es casi tan imposible como que dejara embarazado a un hombre.