Jorge Javier Vázquez

Jorge Javier Vázquez

Victoria Federica
Gtres

Victoria Federica, como sigas tan antipática, te van a pasar por la guillotina mediática en un suspiro

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Jorge Javier Vázquez

Escritor, presentador, actor y productor teatral

La infanta Elena debe estar cabreada como una mona porque ya no se ocultan los chanchullos de su padre y para una hija tener un padre corrupto es una ful de Estambul. Porque si los justificas –los chanchullos–, malo. Y si no los apruebas, peor. Porque a ver con qué careto te vas tú a la cama todas las noches sabiendo que tu padre ha ejercido más de golfo que de rey durante los años de su reinado. El proceso de asumir que su abuelo pasará a la historia como un rey corrupto también debe ser duro para Victoria Federica. Cuando antes lo acepte mejor, pero a mí me parece que está más por la labor de seguir disfrutando frívolamente de la vida, haciendo caja sin tener ningún mérito y paseándose por nuestro país como si la monarquía viviera tiempos de gloria. Mala cosa, Victoria Federica, mala cosa. Rebaja un poco el pistón y vete adoptando un perfil bajo durante algún tiempo porque, como sigas tan antipática, te van a pasar por la guillotina mediática en un suspiro. A mí, por ejemplo, ya me empiezas a producir rechazo. No tanto como tu madre, pero por ahí van los tiros. Escribo la palabra “tiros” y me acuerdo de Onieva. ¿Lo habrá acribillado ya Tamara o le ofrecerá una duodécima oportunidad? Cuando parece que las cosas no pueden ir peor me encuentro con Esperanza Aguirre. No me gusta encontrarme a los políticos fuera de su hábitat porque algunos de ellos son hasta simpáticos. Habla Esperanza Aguirre en un plató o en una cadena de radio y me dan ganas de tomar arsénico a espuertas. Me la encuentro por los pasillos de Mediaset y hasta bromeo con ella: “Oye, que convoquen las elecciones pronto porque menudo ‘bluff’ es Feijóo. Si tardamos en votar vais a acabar debiendo escaños”. Se ríe. Estoy a punto de preguntarle cuál es su pintura favorita de Goya, pero me callo. Por hoy ya está bien con la bromita.

Jorge Javier Esperanza Aguirre

Jorge Javier, en su encuentro con Esperanza Aguirre