A principios del mes de abril, Shakira (46 años) se trasladaba a Miami, y lo hacía acompañada por sus dos hijos. Tras su separación de Gerard Piqué (36 años), había sido deseo de la artista marcharse a Estados Unidos. Quería olvidar Barcelona y estar más cerca de su público latino, además, para su carrera era más fácil situar su centro de trabajo en Florida, que en Europa. Ya había hecho un tremendo esfuerzo por el exfutbolista y ahora tocaba pensar en ella. Tras numerosísimas horas de discusión y de reuniones con abogados, al final, el catalán cedió y permitió que los menores vivieran en Miami con su madre. Él disfrutaría de ellos durante diez días al mes, cuando les visitara. Ahora está a punto de producirse el primero de estos encuentros.
La periodista Lorena Vázquez, en ‘Y ahora Sonsoles’, ha desvelado que Gerard Piqué se ha reunido con su abogado y han puesto fecha para este primer viaje a Miami. “Será a final de mes y Shakira ya conoce la fecha exacta del mismo”, ha contado en exclusiva. Así mismo, la colaboradora también ha desvelado la reunión secreta que mantendrán los abogados de ambas partes. Un encuentro que tendrá lugar esta semana, mientras Piqué está de vacaciones con Clara Chía, en la que se terminarán de perfilar algunos detalles pendientes del convenio, especialmente de carácter económico. Por ejemplo, aún queda por determinar quién se hará cargo del pago de las actividades extraescolares de los niños, puesto que todo debe estar tipificado en el documento que ambas partes firman y que ahora tendrá que ser convalidado por la justicia norteamericana.
La nueva vida Shakira y sus hijos en Miami
Toca acostumbrarse a una nueva vida. Gerard Piqué tiene que hacer frente a no tener a sus ‘polluelos’ en casa, no poder llevarlos al colegio ni asistir a sus partidos, algo con lo que realmente disfrutaba; y Shakira tiene que volver a aprender a vivir en Estados Unidos, diciendo adiós a lo que había construido en Barcelona. No son momentos fáciles para ninguno.
Shakira ansiaba regresar a Estados Unidos. No quería seguir viviendo en la misma casa en la que los recuerdos (buenos y malos) se le acumulaban. Tampoco le gustaba, como ella misma expresó en su canción con Bizarrap, “tener de vecina a la suegra”. Tras su separación de Gerard Piqué, todo se había vuelto difícil y quería, cuando antes, acabar con la pesadilla. Pensó que lo ideal sería retomar la vida en Miami, donde ya tenía una casa, y volvería al radar estadounidense de cara a futuros trabajos, no solo musicales, sino también en televisión. Y es que sus dos últimas incursiones en el mundo televisivo las ha tenido que hacer a caballo entre España y Estados Unidos.
Después de que Shakira dejase absolutamente todo por Piqué, por “su tigre”, cuando se enamoraron; ahora le tocaba a él ceder. Y no fue fácil. Ella quería volver a América y llevarse a sus hijos con ella, pero él no estaba dispuesto. Comenzó entonces una guerra de abogados. De reuniones infinitas hasta que, al fin, llegaron a un acuerdo. Lecturas publicó en su día que fue Montserrat, madre de Gerard, quien le recomendó que diese su brazo a torcer. Con este gesto, firmarían la paz. Se acababan las canciones con dardos, la bruja en el balcón y las indirectas en redes sociales. Los Piqué Bernabéu no podían con esta guerrilla y el ex jugador blaugrana acabó firmando un convenio que aún tiene que ser convalidado en los tribunales de Florida.
Un acuerdo que Shakira vio como una victoria moral
“Se ha hecho un sacrificio muy importante: Gerard finalmente ha accedido a que sus hijos vivan en EE. UU. por su bienestar, razón primordial y que siempre estuvo en primer lugar. Una decisión judicial solo habría traído dolor. En realidad, aquí no ha ganado nadie salvo los niños”, explicó a La Vanguardia Ramón Tamborero, abogado de Gerard Piqué.
Un convenio de 20 páginas en el que aún quedan términos que aclarar. Pequeños flecos de la vida cotidiana pero que deben quedar por escrito. Aún así, el grueso parece claro: los tres periodos de vacaciones, Acción de Gracias, Navidad y Semana Santa (‘easter’ o ‘spring break’ en EEUU), los niños estarán con su padre. Serán al rededor de 10 días cada uno de estos periodos. Además, de otros diez días cada mes, que, como vemos, empezará este mismo abril-mayo, cuando el deportista viaje a Miami. En verano, se acordó que los menores estén un 70% de las vacaciones, mientras que con su madre lo harán el 30% restante.
Gerard Piqué les dejó marchar, pero lo hizo estableciendo unas cláusulas férreas para continuar siendo vital en las vidas de sus pequeños. A él le encanta dedicarse a ellos y quería que esto quedase patente. Ha luchado por ellos, pero no quiso intransigir más y que la falta de acuerdo acabara con ambos progenitores viéndose las caras en los tribunales. Esta situación, a menudo tan desagradable para los niños, fue evitada a toda costa.