Kiko Rivera (39 años) e Irene Rosales (32 años) están hoy de celebración. Hace siete años se dieron el 'sí, quiero' en Sevilla con la presencia de Isabel Pantoja (67 años) en calidad de madrina de su hijo. Una actitud que contrasta con la que va a tener Pantoja con su hija Isa, que se casa con Asraf Beno la semana que viene, concretamente el viernes 13, en una boda, también en Sevilla, a la que la tonadillera no piensa acudir pese a estar invitada. Un desprecio de Isabel Pantoja hacia su hija a todas luces incomprensible.
Una boda que no fue más que un paripé
Claro que la boda de Kiko e Irene fue una boda ficticia, no válida, ya que Kiko 'se olvidó' de llevar los papeles al registro civil. Ese despiste de Kiko fue descubierto por Irene Rosales dos años después, cuando fue a inscribir a su hija Carlota. Es fácil imaginar el broncón que le debió caer a Kiko por parte de su mujer. Se contó por aquel entonces que Kiko, en realidad, se casó para que Irene dejara de insistir en celebrar la boda, aunque él no tuviera mucho interés en eso de contraer matrimonio.
Al final, en 2021, Kiko e Irene, por fin, legalizaron su unión, aunque queda todavía por celebrarse el matrimonio religioso, ya que aquella boda de 2016, como decimos, no fue válida, sino un paripé.
"Eres lo mejor de mi vida", escribe Kiko
Pese a todo y, dejando al margen las numerosas crisis de la pareja, lo cierto es que Irene y Kiko siguen juntos a día de hoy y, por lo que parece, tan enamorados como el primer día. Así, no es extraño que para ellos aquel 7 de octubre de 2016 sea el aniversario de boda, aunque esta no fuera real. Y Kiko no ha querido pasar por alto este día y le ha dedicado unas tiernas palabras a modo de felicitación. "Feliz aniversario, mi amor. 7 años de este momento. Eres lo mejor de mi vida", ha escrito Kiko en sus redes junto a una romántica imagen de ese día.
La respuesta de Irene no se ha hecho esperar. "Feliz aniversario, mi vida, 7 años de ese 7 de octubre tan mágico y bonito. Te amo", ha escrito Irene en sus redes. Con este mensaje, parece que a Irene se le ha olvidado el disgusto que le produjo la dejadez de su marido.
Años bastante complicados
Lo cierto es que para Kiko e Irene han sido unos años bastante complicados. La maltrecha salud de Kiko, que sufrió un ictus en octubre de 2022, las adicciones que confesó recientemente, las muertes de los padres de Irene, con muy pocos meses de diferencia entre una y otra, el fallecimiento de doña Ana, la abuela de Kiko, a la que siempre estuvo muy unido, o el distanciamiento total y absoluto de Kiko con su madre, Isabel Pantoja, y su hermana, Isa Pantoja, no han ayudado a que el dj y youtuber lleve una vida más o menos normal.
En ese sentido, parece que lo único normal y estable en su vida es, precisamente, Irene y las dos hijas del matrimonio, Ana y Carlota, de siete y cinco años respectivamente. Es comprensible que Kiko afirme que Irene es lo mejor que le ha pasado en su vida.