Tensiones y los primeros estragos del hambre, en ‘Supervivientes 2016’

El momento de spa, si es que en algún momento lo hubo, se ha terminado para los ‘Supervivientes’, ahora empiezan las penurias. Y no llevan ni una semana. Dicen que los primeros días son los más complicados, y los concursantes ya se han empezado a dar cuenta, sobre todo los habitantes de Laguna Cacao, el equipo de Agua, donde la lluvia no les da tregua.

Y si unos están más que pasados por agua como bien indica el nombre del grupo, los Fuego están más quemados que el mapa de Bonanza. Las tensiones entre Mila y Dulce han hecho que la convivencia no sea fácil y han terminado con la niñera cada vez más apartada de su grupo y escribiendo en la arena el nombre de “su niña”, Isa Pantoja y el del hijo de esta. Se ve que los echa mucho de menos. Mila ya no se calla ni media (si es que hubo algún momento en el que se calló algo) y le lanza, sin parar, dardos como “pregúntate por qué hay seis personas que no queremos que estés en la isla” o “no aportas nada al grupo, solo estás tumbada, no hablas y no recolectas comida".

Dulce tampoco está e su mejor momento ya que no lleva bien saber que 6 de sus compañeros la han nominado a ella. Lo que hace que esté más apática y sin fuerzas, ya que no ve cariño en ellos. Además su reacción al enterarse de las nominaciones ha sido tachada de exagerada por el resto de ‘Supervivientes’.

Y mientras en Paraíso las discusiones son el son de cada día, en Cacao los llantos son la tónica habitual. Se quejan por la climatología, por la escasez de comida y porque aún no han conseguido hacer fuego. Algo que lograron sus rivales al poco de llegar a la playa y gracias a la maestría de Carla. Al lamento generalizado, hay que añadir los propios de cada uno, como el de Antonio Tejado que echa de menos a su hija, y se ha derrumbado recordándola, Yurena que está triste por la nominación y Yola por no haber sido capaz de haber ayudado a la exTamara a que se encuentre a gusto. ¡Qué dramáticos son los participantes de esta edición!