Tamara Falcó recupera su fotografía inédita más divertida para ‘autofelicitarse’

Parece que entre la Tamara Falcó niña (42 años) de la instantánea que ha compartido su versión adulta y esta poco o nada tienen que ver. Pero, a decir verdad. Tienen mucho más que las une que de lo que las separa. Para empezar, esa inocencia que destila la pequeña completamente mellada que sonríe desde la foto aún permanece intacta en la esencia de ‘Tammy’, como la llaman sus amigas cercanas. 

Conservan inalterable esas ganas locas de disfrutar y de pasarlo bien. Tamara Falcó no quiere complicarse la vida, por mucho que le diga mami. Ella quiere estar tranquila, vivir a gusto y que la luna de miel eterna con Íñigo, su marido, no tenga fin. ¿Acaso es pedir mucho? Su versión mini quiere exactamente lo mismo. Jugar un poquito más, que no la llamen para hacer los deberes, quedarse hasta tarde viendo la tele y hablar hasta caer rendida con Ana, su incondicional. Mismo sentir, pero distribuido en planes diferentes.

Tamara Falcó, 42 años, casada y a la espera de hacer realidad su sueño

Tamara Falcó llega a los 42 años siendo una niña grande, de ahí lo acertado de su autofelicitación colgada en redes. Sopla las velas de su tarta convertida en una mujer casada, algo que, el año pasado por estas mismas fechas, no creyó que ocurriera. Porque, el 20 de noviembre de 2022, Falcó no quería saber nada de Íñigo Onieva, por mucho que este fuese a la iglesia e implorase su perdón. No tenía absolutamente nada que hacer con una Tammy despechada y sin ganas de ser engañada. Pero al final, como pasa en todas las parábolas a las que es tan aficionada, encontró perdón en su corazón y se animó a darle una nueva oportunidad.

La marquesa de Griñón suma un año más a su calendario vital convencida de su amor por Íñigo Onieva y con ganas de convertirse en madre, aunque no quiere agobiarse. “Será lo que dios quiera”, dice solemne. Se ha sometido a algunos procesos naturales para poder concebir pero ella, de cara a los medios, asegura no estar agobiada con el tema; pero tampoco esconde que tener una familia siempre ha sido uno de sus grandes deseos. De momento, pasea al bebé recién nacido de su adorada Casilda Finat y juega con los hijos de Ana y Fernando Verdasco. Hasta el momento en el que pueda hacerlo con los suyos. 

La felicitación de Íñigo Onieva

No solo de 'autofelicitación' vive el cumpleaños de Tamara Falcó. También y a eso de la una de la tarde, su marido le ha dedicado un stories en Instagram. La foto escogida parece tomada en uno de sus numerosos viajes, aunque no especifica dónde. "Happy birthday, my love", le dedica, en esa estampa de absoluto rélax, con ellos bronceadísimos y desde una playa de aguas cristalinas. 

Tamara Falcó hace buen balance

De momento, mientras la cigüeña llega o no llega, ella se siente dichosa con la posición privilegiada que le ha tocado vivir. A punto de estrenar su nueva casa, un imponente ático localizado muy cerca de la casa de su madre, disfruta del buen momento personal que atraviesa. Sigue trabajando con las marcas de cosmética, belleza y moda con las que lleva años colaborando y, además, es fija en 'El Hormiguero'. Los jueves son su gran día en los que ella visita el plató y comparte algunas de su anécdotas más privadas con las que quizás no siempre esté de acuerdo Isabel Preysler, la musa de su discreción. Pero la socialité entiende que su hija es así. Sigue siendo esa pequeña mellada que sonríe con picardía y a la que es imposible decirle nada porque su inocencia siempre le juega malas pasadas. La única diferencia es que ahora, Tamara ha aprendido a usarla en su beneficio.