¿Sabéis esas películas americanas en las que los adolescentes, al acabar el colegio, llegan al ‘College’, entran en hermandades, hay fiestas interminables y se dedican a decir letras en griego sin tener ni la más mínima idea de la lengua muerta? Pues en esa historia mil veces contada antes en el cine se halla inmersa Stella Banderas Griffith.
Al cumplir los 18 años, no se ha marchado de Los Ángeles, por lo que puede visitar a mamá siempre que tenga morriña. La joven fue aceptada por la Universidad del Sur de California, y además ha cumplido uno de los sueños prototípicos de esas edades: ser escogida en una hermandad. La joven ya es una Kappa, vive en una gran mansión y su vida está llena de risas, dedos que forman corazones, melenas larguísimas, y eventos. Por lo menos, así nos lo venden las redes sociales de la hermandad, un ‘guilty pleasure’ en el que uno no puede evitar hacer scroll y entrar en una elipsis espacio temporal alucinante. Parece estar contemplando las mismas escenas una y otra, y otra, y otra. Engancha. Probadlo.
Pero vamos a lo que vamos, que Stella cumple 100% el cliché de la estudiante universitaria norteamericana, y se siente de lo más orgullosa de sus ‘hermanas Kappa’. No obstante la entrada a estos selectos clubs es de lo más difícil, pero ella ha conseguido pasar el filtro. La web de Kappa Kappa Gamma nos cuenta que tiene una larga historia, pues fundada en 1870 y por su casa han pasado mujeres tan notables como Ashley Judd, Gena Rowlands o la diseñadora y empresaria Kate Spade. Y ahora la hija de Antonio y Melanie.
Nosotros, que estamos en todo, creemos que este año a las Kappa veteranas se les ha pasado incluir en sus filas a chicas multirraciales. ¡Menudo despiste! Será que no tendrían opciones… suerte que ahí tenemos a Stella del Carmen (sí, sí, DEL CARMEN) aportando su porcentaje de herencia latina. En la próxima fiesta, les enseñas a bailar un 'zapateao'.