Rocío Carrasco cree que ya está bien de guardar silencio. Que casi dos décadas callada ya es suficiente. Y esta nueva actitud, fuerte, confiada y empoderada, no gusta nada a su familia mediática que, lejos de alegrarse por ella, considera que está avivando la llama de la guerra familiar; cuando nada más lejos. Ella, solamente, está contando su parte de historia, que hasta ahora había sido silenciada. Ayer, en directo, en ‘Sálvame’, Rocío volvió a pedir la palabra para responder a su tío Amador Mohedano tras lo había dicho a raíz de la inauguración del Museo de Rocío Jurado.