La renovación vital de Alejandra Osborne tras su separación

La hija de Bertín Osborne, separada desde hace dos meses de Joaquín Buendía, está en plena forma y disfrutando del descanso estival

Las separaciones siempre son un trance doloroso y complejo. Alejandra Osborne y Joaquín Buendía llevaban ya dos meses inmersos en las circunstancias más difíciles cuando, en mayo de este año, Beatriz Cortázar hacía pública la noticia que, después de catorce años de unión, habían decidido poner fin a su relación.

Por el bien de sus tres hijos, Santiago, Valentina y Fausto, y por el cariño y el respeto mutuo que aún queda entre ellos, la pareja ha trabajado para que la situación se resuelva de la forma más civilizada posible. Y siempre con la discreción que les ha caracterizado. Las primeras y, por el momento, únicas declaraciones al respecto de la hija de Bertín Osborne resumían el sentir y la idea de cómo iban a proceder en los meses siguientes al decisivo paso que habían dado. “Será un divorcio sin pelas ni juzgados. No quiero hablar sobre este asunto, pero solo diré que estamos muy bien los dos", decía a Corazón de TVE.

De la misma forma que significan un final, las rupturas también implican el comienzo de un nuevo capítulo. Y el que está escribiendo Alejandra no pinta nada mal. Estos meses los ha vivido centrada en su trabajo como productora de 'Mi casa es la tuya', programa que presenta su padre. Pero ahora ha tocado el momento de parar. Las vacaciones estivales son un tiempo propicio para el descanso, la reflexión, pero también para renacer. Y es justamente un renacimiento lo que parece estar viviendo la hija del presentador.

Alejandra Osborne ha sorprendido con una serie de instantáneas veraniegas en la que deja claro que está en una forma fantástica. No cabe duda de que se ha cuidado y lo ha querido dejar patente luciendo espectacular en biquini y traje de baño, cerveza 'fresquita' en mano. Lo mejor es la sonrisa y la vitalidad que la acompañan en todas las imágenes.

La productora no se ha dejado invadir por la desesperanza y está viviendo una renovación vital que le está sentando muy bien.