Aún nos estamos recuperando de la imagen que jamás pensábamos que veríamos. Manuel Díaz 'El Cordobés' (54 años) y su padre, Manuel Benítez (86 años), escenificaban su reconciliación con un emocionante abrazo. El camino que han recorrido ambos, así como su círculo de confianza, ha estado lleno de dolor, frustración y de ganas de tirar la toalla. Más de cincuenta años en los que el veterano diestro ha despreciado cada paso que ha dado su hijo por demostrar su vínculo de sangre. Un complicado desarrollo con un giro de guión reciente que encierra muchas incógnitas y que el padre de Alba Díaz, exultante de felicidad, está dispuesto a despejar por fin este martes 21 de febrero en el Espacio Zenit de Madrid.
Cuatro décadas intentando demostrar sus raíces y pidiendo el cariño de un padre
La de Manuel Díaz 'El Cordobés' por demostrar que es hijo de Manuel Benítez ha sido de las historias más desgarradoras desde que el marido de Virginia Troconis empezó a hacerse oír. También es el relato descarnado de una madre, María Dolores Díaz González, que se ha mantenido firme y discreta junto a un hijo que solo quería que la verdad saliera a la luz. Precisamente, su experiencia en todo este proceso de reparación y reconciliación es una de los interrogantes que más interés suscita.
En 1983, cuando Manuel tenía 15 años, María Dolores le confesó por fin que 'El Cordobés', casado por aquel entonces con Martina Fraysse, era su verdadero padre. La figura del toreo se había quedado prendado de una joven sirvienta en una casa a la que había sido invitado. Un fugaz idilio que tuvo lugar, supuestamente, cuando Manuel salía ya con Martine. María Dolores se quedó embarazada y no solo sufrió el rechazo de su familia, sino también del padre del bebé que venía en camino.
La certeza de Manuel Díaz de que el reconocido torero era su padre era aplastante. Empezó entonces un proceso por acercarse a él y que le reconociera como su hijo biológico. Desde adolescente subrayó por activa y por pasiva que no buscaba rédito económico ni notoriedad mediática. No buscaba dinero ni una vida menos tortuosa que la que había estado viviendo en la sombra. El reconocimiento que buscaba era el de su padre, por eso se hizo torero. El cariño que estaba necesitando era el de su progenitor y ese abrazo que tantas veces pidió ha llegado casi cuatro décadas después.
"Yo sabía que el tiempo se me terminaba y lo que no quería era dejar en el aire de dónde vengo, porque ser padre es otra cosa. Es un sentimiento que crea un vínculo día a día, no de repente. Hacer un hijo no es ser padre. Lo que sí le diría es: '¿Por qué hemos esperado tanto?”, era lo que respondía, cauto, cuando se le preguntaba por una reconciliación que aún estaba en un horizonte lejano.
Años de desprecios públicos y una prueba de ADN confirmando el parentesco
Cada gesto que tenía con él, Benítez se lo pagaba con desprecios, enfados en público, demandas infructíferas por usar el nombre 'El Cordobés', y haciendo como que ni él ni su madre existían. En diciembre de 2015, movía ficha e interponía una demanda de paternidad para ser reconocido por la Justicia. Las pruebas de ADN, elaboradas en abril del año siguiente, daban un resultado de 99'9%, confirmando el parentesco. El juez ratificaba en sentencia en mayo de 2016 que Manuel Benítez y Manuel Díaz son padre e hijo.
Solo hacía unos meses que había confesado en 'En la tuya o en la mía' frente a Bertín Osborne que se sentía resignado y que no guardaba esperanza en reunirse con su padre. Aquel 2016 también fue el año del proceso de divorcio de 'El Cordobés' padre y Martina Fraysse. Algunas voces apuntan a que esta situación ha ayudado a allanar el camino hacia la reconciliación entre ambos toreros.
Julio Benítez, una pieza fundamental en el acercamiento de padre e hijo
Solo dos años después, en 2018, vivía un reencuentro televisivo con su hermano Julio, de nuevo con Bertín de testigo. "Ha sido una de las cosas más bonitas que me han pasado este año. En el poco tiempo que le conozco me ha tratado con muchísimo cariño, igual que su familia, que es para comérsela", reconocía. Precisamente, Julio Benítez ha sido una pieza fundamental para que el acercamiento llegara a materializarse hasta esa imagen que Manuel ha descrito como "la foto de mi vida".
Así, antes de que estos días hayamos podido ver a padre e hijo compartir tiempo y espacio en el mismo acto público, se han producido dos reuniones privadas, de las que se conocen muy pocos detalles. La primera, padre e hijo solos, y después en familia, en el campo de Sevilla, como apunta El Mundo, y estando ya 'El Cordobés' padre con su actual pareja, María de los Ángeles Quesada.
La reflexión que la periodista Luz Sánchez-Mellado hizo al respecto en Twitter, resume de manera precisa el papel de cada uno en este camino doloroso: "Lo de que El Cordobés padre reconozca de anciano a El Cordobés hijo después de haberlo humillarlo con su desprecio toda su vida y que ambos posen felices como si no hubiera pasado nada les retrata a ambos. A uno, como un miserable. Al otro, como una bellísima persona".