"Sois el ejemplo de confianza ciega. Los dos sabíais que lo haríais. #Rio2016 #oro". Estas palabras de felicitación por el oro, llenas de orgullo, son de Javier Hernanz, la pareja de la ya medallista olímpica Mireia Belmonte y uno de sus grandes apoyos desde que empezaron su relación, hace ya dos años. Y es que una deportista de élite como Mireia no podría tener mejor compañía sentimental que la de alguien que comparta y comprenda su ritmo de vida, sus metas y sus ilusiones. Algo que Hernanz cumple a la perfección, ya que también él es deportista profesional y también competirá en los Juegos de Río 2016 el 19 de agosto, en su caso a bordo de una piragua de la categoría K-4. De hecho, esta será su tercera participación olímpica. Además, entre los años 2004 y 2015, Javier ha sido cuatro veces medallista en las modalidades de aguas tranquilas y maratón del Campeonato Europeo de Piragüismo.
Además de ser atleta olímpico, Javier Hernanz estudia el grado de derecho en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) y ha ejercido de modelo para firmas como Loewe, Virgin y Siroco. No sólo eso, Hernanz, de 33 años y nacido en Arriondas (Asturias), también fue jugador en las categorías inferiores del Sporting de Gijón y ha colaborado en varios programas como comentarista deportivo.
Es evidente que los deportes son su gran pasión, pero que también tiene espacio para otras aficiones e intereses. Un chico con inquietudes que ahora mismo comparte una misma meta con su pareja, tal y como él mismo comenta en su pagina web: "Llevo mucho tiempo persiguiendo un sueño. He experimentado la derrota y el infortunio. El dolor y el sacrificio me han hecho más fuerte. He aprendido a amar el frío y la soledad. Y ya no hay excusas. Solo sirve ser el mejor. El deporte me debe una y me la voy a cobrar. Río 2016 es mi cita con la Historia".
Aunque su relación es discreta, a Javier le gusta compartir imágenes con su chica en las que destaca su tenacidad y su humildad, entre otras virtudes. Y, por supuesto, siempre que sus propias obligaciones se lo permiten, el joven no duda en acudir como público a las competiciones de Mireia Belmonte. Eso sí, el oro de su chica casi se lo pierde... Javier voló con sus compañeros de competición hacia Río el mismo día que competía Mireia. El vuelo fue bien, pero llegaron a la villa más tarde de lo previsto: "Ya nos parecía que iba todo demasiado bien.
Dos horas después de llegar seguimos tirados en la parada del autobús esperando para ir a la villa", comentó Hernanz en Twitter. Finalmente salieron a las 19.45 horas, tan sólo 3 horas antes de la competición de 200 metros mariposa en la que triunfó su chica. Por los pelos, pero llegó. Dentro de una semana, cambiarán las tornas y será Mireia la que anime a su chico...