Gloria Camilia Ortega Mohedano no está en Toledo. Ni está, ni se la espera. Vamos, es que ni ella ni nadie de su familia, que es la misma de Rocío Carrasco, ha sido invitado al bodorrio de tres días.
Pero, ¿qué hacía Gloria mientras su hermana celebraba el primer día de su boda? Pues dedicar una canción de su madre, Rocío Jurado, al amor de su vida, su novio Kiko. Ayer, Carrasco invitó a sus más de 200 amigos a una parrillada en la finca ‘acorazada’ en la que las nupcias están teniendo lugar. Carne y verduras a la brasa para todos, y mientras, a muchos kilómetros de distancia, Gloria ardiendo. Pero de amor. Más encendida que los carbones de la barbacoa. Su novio se ha convertido en su mejor amigo, confidente y ha descubierto en él a alguien en quien puede confiar, algo que necesita después de que su hermana le haya dado la espalda, tanto a ella como a su hermano.
José Fernando, por su parte, que aseguraba estar invitado a la boda, no ha aportado por la misma. Pese a su insistencia repitiendo que estaría al lado de Rocío en el día más feliz de su vida, no ha aportado por Torrico, el municipio en el que se llevará a cabo el enlace. Gloria ya advirtió que ni ella ni él habían recibido invitación, y que Josefer, a veces, no es consciente de la realidad.
Mientras la más clara y rebelde de los Mohedano susurraba 'Como una Ola' a su amor, puede que a cientos de kilómetros su hermana Rocío estuviera escuchando la misma canción, dedicándosela ella, al hombre con el que se iba a da el sí quiero, Fidel Albiac.