Aunque cueste creerlo, después de conocer la gran cantidad de proyectos profesionales que tiene entre manos, Paz Padilla se ha marchado de vacaciones. La presentadora ha dejado Sálvame en manos de Kiko Hernández -entre otros- y ha puesto rumbo a Cádiz para disfrutar de unos días de relax, playa, sol y mucha diversión acompañada, claro, de las personas más importantes de su vida: su hija Anna y su marido Antonio. ¡A disfrutar!
Con un bañador azul de lo más moderno, la presentadora ha lucido tipazo -¡para algo se lo trabaja en el gimnasio!- y se ha dado unos buenos chapuzones en el mar, que la ola de calor no perdona y menos en esas latitudes -aunque en esto de combatir las altas temperaturas, ya sabemos que Paz es una experta-. Pero no todo va a ser estar a remojo. La actriz también ha aprovechado para reunirse con amigos y tomarse un refresco a la orilla del mar. Ay, quién pillara esas tumbonas ahora mismo...
Estas más que merecidas vacaciones se han convertido también en la oportunidad perfecta para disfrutar de unos días en familia. Allí se encontraba también Anna, la hija bloguera de la presentadora, luciendo un bikini que seguro que se agota en las tiendas dentro de nada. ¡Hasta ese punto es influencer! Madre e hija tienen una relación muy estrecha, aunque a la presentadora no le convenza demasiado la exposición mediática que hace la joven en sus redes sociales.
Con todo, tampoco tiene mucho que decir, ¡ya que ella misma es toda una it-girl! Durante la jornada playera, pudimos ver a Paz con sombrero y gafas, con bañador, con un bonito pareo, con un bata de punto, con otro estampada... Vamos, que la maleta de la presentadora debe estar hasta los topes. A ver si, al final, va a terminar quitándole el puesto a su propia hija. Actitud, desde luego, no le falta. Y fondo de armario parece que tampoco.
Aunque si algo nos ha dado envidia -además del sol, la playa, los refrescos y casi todo lo que hemos visto en las imágenes- ha sido el amor que se profesan Paz y Antonio. ¡Qué arrumacos! ¡Qué besos! La pareja está enamoradísima y no dudó en demostrárselo al mundo. ¿Hay algo mejor que el amor en verano? Seguro que sí, pero ahora mismo no se nos ocurre.