Todo iba sobre ruedas. Tres millones de espectadores estaban acompañando a ‘Las Campos’ en su estreno, Aless Gibaja ya había pedido acudir a la piscina de la matriarca a hacerse selfies, todo el mundo aplaudía la escasez de filtros de Terelu, pero, de pronto, un nubarrón se aposentó sobre el plató en el que se llevaba a cabo el debate del documenta (sí, documenta, no reality...). Antonio Rossi, invitado a comentar el programa después (y antes) de su emisión, tenía una pregunta que disgustaría a María Teresa y la haría pasar del Dr. Jekyll a Mr. Hyde.
“Se ha publicado que Edmundo se aprovechaba de vuestra relación”, empezaba Antonio Rossi, María Teresa, ipso facto, cortaba de raíz la pregunta. “Por ahí no sigas porque no te lo admito. Vas a ensuciar mi relación con un invento. No te lo permito. Eso es pura maldad”.
La Campos mayor se enfadaba por una pregunta así en SU DÍA. Antonio trataba de hacerle entender que eso había sido publicado y que él sabía perfectamente la respuesta, pero Teresa estaba realmente dolida. “Con un whatsapp te tapaba la boca. Haces mal por decir eso, porque lo que se dice en televisión queda dicho (…) No me vas a crear ningún problema en mi relación”.
El protagonista de tan peliaguda pregunta, Edmundo, tiene un papel anecdótico en el primer programa del reality. Sale escasos segundos, y de él apenas hemos llegado a saber dos cosas: una, que duerme en una habitación separado de su pareja, y dos, que es de a los que se les pegan las sábanas.
En ‘El programa del verano’ Rossi ha podido hablar cómo se sintió en ese encontronazo y cómo arreglaron las cosas. “Fue muy violento y muy tenso. Sé que no le gustó que le preguntara por eso, pero yo hice mi trabajo porque tenía que preguntarle por lo publicado. (…) Luego lo comprendió y el conflicto está resuelto. Tengo una relación estupenda con ella”.