Bajo la dulce apariencia de Nerea (18), la novena expulsada de ‘OT’, se esconde una chica de 18 años tenaz y muy disciplinada. Con su afán de superación encandiló a la audiencia, aunque no lo suficiente para superar en la nominación a Agoney (21), su gran amigo en la academia. No podrá cumplir su sueño de ir a Eurovision pero su cabeza está llena de ilusión y más sueños que perseguir. El más importante: grabar un disco y dedicarse a la música, que además de ser su gran pasión fue su tabla de salvación cuando sufrió acoso siendo una niña.
¿Cómo te sientes al ver que te ha apoyado tanta gente?
La verdad es que me parece mentira. Es muy gratificante. Aunque siempre he soñado con que a la gente le gustara mi trabajo, nunca me había imaginado que podía pasar.
Eres muy madura para tus 18 años. ¿Sientes que has crecido gracias a ‘OT’?
Sí, he aprendido mucho de mí misma. Me he dado cuenta de que soy más fuerte de lo que pensaba. Yo nunca había vivido fuera de casa, y aunque allí tenemos gente todo el día, me sentía un poco más independiente.
En la academia has hablado de tus inseguridades. ¿Te ha ayudado el concurso a luchar contra ellas?
He ido progresando en ese aspecto. En el programa se mira todo con lupa y ves muchos fallos que en realidad no son tan graves, pero que para ti sí lo son. Esas inseguridades se transforman en nervios y estos te llevan a cometer errores, que luego pasan a ser mas inseguridades todavía, pero bueno, tengo que aprender a valorar más mi trabajo y no centrarme tanto en los errores. Poco a poco.
Abriste tu corazón en la academia y explicaste que sufriste acoso de pequeña.
Es que los niños son muy sinceros y muy crueles. Recuerdo que con 5 años me dibujaba ya con los dos dientes y pensaba que era más fuerte que nadie y que tenía que asumir las cosas.
¿Te marcó en tu forma de ser, de relacionarte con los demás?
Sí, siempre he creído que me he hecho más fuerte, que me tenía que dar igual lo que pensaran los demás. Pero cuesta, y claro que afecta, mucho
¿Qué les dirías a esos chicos que se puedan sentir identificados con tu historia?
Les diría que al final todo lo que dice la gente sobre ti te tiene que importar menos y que debes aceptar todo de ti mismo. Si puedes mejorar, mejorarlo. Y si no, aceptarlo.
Tu ahora te aceptas, pero lo debiste pasar muy mal.
Sí. Recuerdo de pequeña llorar mucho por estos temas.
Viendo tu paso por el concurso se ve que eres muy exigente contigo misma.
Sí, pero porque me gusta sentirme orgullosa de lo que hago.
¿Has sentido un poco de alivio al salir, quitándote la presión de sentirte juzgada en todo momento?
Quizá sí que hay un poco de alivio al saber que ya no estoy siendo observada las 24 horas. Y en las galas hay una tensión muy grande.
Te postulas como la heredera de Gisela para los musicales Disney.
Puede ser. La verdad es que me encantan, pero también me gustaría tener una carrera discográfica y dar conciertos.
La música es tu camino, eso lo tienes claro, ¿no?
Sí. Creo que podría ser feliz de muchas maneras, pero nunca tanto como con la música. De pequeña fue muy duro y la música fue mi tabla de salvación. No solo porque cuando cantaba me sentía mejor, también era mi forma de expresarme. Gracias a la música conocí a la gente que hoy son mis amigos.
Tu madre hizo la cola por ti en los cástings porque tu estabas con la selectividad, debe estar muy orgullosa.
Mi madre es mi fan número uno. Siempre me ha apoyado. Lo vive mucho conmigo y a través de mí.
Sabiendo lo mal que lo pasaste de pequeña, para ella tiene que ser muy grande ver que la gente te quiere tanto.
Ella me comentó que cuando vio aquella clase de los Javis en la que expliqué lo del acoso por mis dientes lloró mucho. Está muy orgullosa.
¿Qué le dirías a tu yo del pasado, a aquella niña que sufrió acoso por su físico?
Le diría que confiara más en mí. Me hubiera gustado haber confiado mas en mí misma desde un principio. Y que siga luchando. Siempre hay que luchar por lo que uno quiere.