Era ayer por la noche cuando Miriam Saavedra se sentaba una vez más en Sábado Deluxe para contar su última recaída con el que parece que es su Talón de Aquiles. Todo empezaba cuando la modelo peruana se acercaba al domicilio particular de su expareja Carlos Lozano con el fin de ver al perro que tienen en común.
Allí discutían por todo lo que Miriam ha estado explicando en televisión sobre su ruptura y sobre varias intimidades del presentador. Sin embargo, la noche acababa en un giro de 360 grados y terminaban por acostarse. “Tuve lo que toda expareja puede tener. Además me apetecía, ha sido el amor de mi vida”, explicaba antes de calificar el momento como “maravilloso”. Más tarde la modelo aseguraba que el presentador incluso le había dicho durante el acto que la amaba.
Y aunque en teoría retomarían la relación si ambos pedían disculpas públicamente, la versión de Carlos Lozano no era la misma. Tal y como se veía en unas declaraciones, Carlos aseguraba que ese pasional reencuentro no significaba nada, que no piensa retomar la relación con Miriam y que le disgusta que trabaje en Sálvame. Asimismo, añadía que lo que está haciendo su ex pareja no es tolerable y aseguraba que se siente muy “decepcionado” con ella.
Miriam, muy indignada, confirmaba que el presentador le había preguntado por qué había aceptado el trabajo en el programa de Telecinco y añadía que Carlos nunca se iba a disculpar. Tras escuchar dichas declaraciones, llegaba el drama y la modelo peruana se quitaba un anillo que llevaba desde los inicios de su relación. “Fue el anillo que me regaló diciéndome una sarta de barbaridades que veo que no son verdad”.
Una relación que se reafirmaba como rota cuando la modelo explicaba que había pasado apuros económicos y que Lozano se había negado en ayudarla, algo que él también ha confirmado, alegando que no está a favor de su actitud. Aún así, la pasional noche que pasaron juntos deja entrever que aún queda algo de amor… Podríamos llevarnos alguna sorpresa.