Mila Ximénez ha abandonado unos días su querido plató de Mediaset para tomarse un descanso y recargar pilas en un verano en el que las vacaciones están siendo más necesarias que nunca para la colaboradora.
Así pues, la Ximénez ponía rumbo a Ibiza, isla en el que veranean muchas celebridades nacionales e internacionales. En este viaje la gastronomía ha estado muy presente y Mila ha aprovechado para disfrutar al máximo de las experiencias de lujo que la isla pitiusa ofrece a sus visitantes. Por un lado, la sevillana quedaba prendada de su almuerzo en el Hotel Mirador de Dalt la Vila, de cinco estrellas: “Un sitio mágico con una restauración de diez. Que gusto de almuerzo!”.
El hotel de lujo se encuentra situado en el corazón del casco antiguo de Ibiza (Dalt Vila), rodeado por las históricas murallas de la zona, declaradas Patrimonio de la Humanidad. El precio medio de la carta puede superar los 80 euros por persona con entrante, plato principal y postre. Aunque los más gourmets pueden disfrutar de un menú degustación, que por 100 euros por personas (bebidas no incluidas), cuenta con propuestas de lo más interesantes con productos típicos baleares como el queso de Mahón. No sabemos si la periodista se aljó en el hotel, pero lo que sí hemos visto en su Instagram es que pasó la noche en una bonita habitación con vistas al mar. “Ufff!! Ver esto a diario desde tu cama, te recarga hasta el infinito!!”, explicaba.
Esta no ha sido la única visita gastronómica que ha hecho Mila. Al día siguiente la colaboradora visitaba el Sublimotion, de Paco Roncero. Este restaurante es considerado uno de los más caros del mundo y son varias las celebridades que han estado allí. El precio del menú, único y fijo con maridaje de champagne y vinos cuesta aproximadamente 1.500€ por persona.
El mismo viernes, la periodista se desplazaba a la isla vecina de Mallorca para asistir a una cita ineludible: el concierto de su querido Pablo Alborán en la Plaza de Toros de Palma. Mila compartía una imagen muy cómplice abrazada a él.
Y es que sin duda estas vacaciones están resultando ser un bálsamo para Mila, después de un año complicado tanto a nivel personal como profesional. El último varapalo venía con las malas noticias sobre la salud de Terelu, a quien ahora le está dedicando todo el cariño del mundo.