Melanie Griffith reaparecía este miércoles por la noche en Viena. Promocionaba el Baile de la Ópera, una de las grandes citas de la cultura austriaca. La actriz se recupera todavía de la reciente operación de cáncer de piel a la que se ha sometido. Las secuelas de la intervención aún son visibles en su rostro pero, afortunadamente todo parece evolucionar favorablemente. La exmujer de Antonio Banderas lleva luchando contra la enfermedad desde 2009, año en que se lo detectaron.
Es en sus líneas faciales donde más se aprecia el cambio, en especial en su nariz, donde exhibe unas evidentes marcas. Varios medios de comunicación internacionales, como 'Daily Mail', apuntaban en las últimas semanas a que se habría sometido a nuevas operaciones estéticas, pero nada más lejos de la realidad. La propia Melanie ha reconocido que se trata justamente de una cuestión de salud. Y, coincidiendo con su operación, se la podía ver paseando con un vendaje que le tapaba la nariz.
La exmujer de Antonio Banderas reconocía que la intervención había consistido en un tratamiento pionero para eliminar células basales cancerígenas. Su cita en Viena ha sido el momento en el que hemos podido comprobar los efectos de su valiente lucha, que no ha ocultado en ningún momento. Y es que la salud es lo primero. Un gesto con el que ayuda a visibilizar la enfermedad y anima a personas en su misma situación. ¡Brava, Melanie!
En otro orden de cosas, a sus 60 años y tras 18 años de matrimonio con al actor malagueño, Melanie Griffith no quiere ni oír hablar de pasar por el altar. Un ‘sí quiero’ es poco menos que una alergia para ella y así lo ha reconocido durante su visita a la capital austriaca: “Estoy abierta al amor, pero ¡no me casaré otra vez!".