Sin duda, la gran ausencia en la corrida de toros que unió a los hermanos por parte de padre Manuel Díaz y Julio Benítez fue la de ‘El Cordobés’, quien había sacado seis entradas, pero que no pisó la plaza de Morón de Frontera. Manuel, en ‘El Programa de Ana Rosa', una vez más ha dispensado por esto a su progenitor, y, además, por la ausencia que ha marcado toda su vida.
Parece que el diestro alcanzó la paz al saber de manera legal que era hijo biológico de Benítez y con eso le bastó. Dejó claro que su madre nunca había mentido, y que todo lo que él ha contado a lo largo de su carrera es verdad: por sus venas corre la misma sangre que por las de sus otros hermanos legítimos.
“Estoy intentado cerrar círculos para estar en paz, para estar tranquilo”, contaba Manuel explicando qué le había motivado a aceptar la invitación que le brindó Julio. “Esto no me lo esperaba”, y es que la idea de compartir plaza surgió de su hermano menor, algo que le dejó tremendamente sorprendido e ilusionado. Reconoce que desde que se anunció la corrida “ha llamado mucha gente. Nos reuniremos y veremos qué pasa”, ha adelantado. Parece que estos dos toreros volverán a compartir tardes de sangre y arena.
Admite que encontrarse con su padre es algo que le da miedo. “Estoy deseando que llegue ese momento, pero también tengo miedo. Quiero que no nos asuste a ninguno, ni a Manuel cuando conozca a sus nietos ni a mí”, pareciera que el hijo entiende a la perfección cómo puede estar sintiéndose el que aportó la mitad de la carga genética. “El día que nos conozcamos no quiero que haya reproches”. Para él, la situación ideal sería “Julio, Manuel y yo en el campo toreando una becerra. Nosotros solos”, y después ya se uniría su mujer y sus hijos.
Todo este proceso no ha sido sencillo, “no es una situación fácil, a veces he llegado a sentirme mal conmigo mismo, pero dadas las circunstancias de mi vida no tenía otra. Era mi verdad”. “Él no es mala persona, ha tenido que lidiar con cosas, y yo las entiendo”, ha disculpado a Benítez tras haber reconocido que “cree que en el fondo hay un cariño” de su padre hacia él.
Lo próximo que espera con mucha ilusión es que cuenten con él en la corrida homenaje al Cordobés que se está organizando en Palma del Río y que, por fin, pueda darle ese abrazo que lleva más de cuarenta años anhelando.