Preocupadísimos nos dejó a todos este agosto Manu Tenorio. Y es que el cantante contaba en su Instagram que había sufrido un fatal accidente doméstico en la cocina, que le había provocado graves quemaduras en el pecho y los brazos. Sin embargo, apenas le habíamos visto en público después de ese trance hasta esta semana, cuando el sevillano y su mujer, Silvia Casas, acudieron a una gala benéfica en la Fundación Querer.
Allí, Tenorio, con su sonrisa habitual y su buena actitud frente a cualquier problema, explicó cómo han sido estos meses tras el incidente y cómo ha evolucionado. "Me estoy recuperando todavía, no está zanjado el tema de las quemaduras, pero yo sigo con mi trabajo y mis compromisos profesionales", contó. Eso sí, las cosas llevan su tiempo y todavía arrastra las secuelas. "Todavía no estoy al 100%, pero bueno, he aprendido a tomármelo con calma. Todo esto lleva un tiempo y hay que aguantarlo", añadió.
Y es que el accidente no fue suficiente para que Manu dejara de lado su carrera. A las pocas semanas, el exconcursante de 'OT 1' decidió retomar su agenda y volar a Marrakech para un concierto. "Iba dopado hasta las orejas porque el dolor era realmente inhumano, pero tenía un concierto y fui para allá y me recibieron de manera extraordinaria, fueron súper cariñosos y tenía que cumplir", relataba el cantante. "Son ya muchos años de trabajo y para que yo falle un concierto... se me tiene que caer un piano en lo alto de la cabeza", añadía entre risas.
Gracias a su buen carácter y el apoyo de su familia, el sevillano se ha tomado con actitud positiva lo sucedido. Sin embargo, sus heridas todavía no están superadas y revela que, probablemente, tenga que volver a intervenirse. "Las heridas de las manos son lo de menos. El problema es que aquí en el brazo tengo una herida que todavía tiene que cicatrizar y estamos viendo que quizá tenga que pasar otra vez por el quirófano", explicaba Tenorio, quien detallaba que, a pesar de haber dejado los dolores atrás, probablemente los médicos deban ponerle un injerto de piel de su propia pierna para que la herida termine de curarse. "Porque sino esto puede durar meses y la verdad es que influye mucho en tu vida diaria", añadía.
Una situación que no fue fácil para ninguno, incluido su hijo pequeño a quien hubo que explicarle la situación. "Cuando llegué a casa con los brazos vendados empecé a inventarme una historia de que era como una especie de disfraz de súper héroe", dice el artista. "Vino corriendo hacia mí, pero cuando me vio con los brazos vendados no quería acercarse y no se lo creyó", añade riendo. "Pero bueno, hablándole a los niños con tranquilidad y explicándole las cosas la verdad es que lo asumió".
Aunque hace un tiempo se insinuó que el sevillano estaba pensando en investigar lo sucedido y, tal vez, demandar a la empresa de electrodomésticos, finalmente ha decidido dejarlo correr. "Si estuviésemos en Estados Unidos sería millonario porque hay abogados que van a saco, pero yo realmente prefiero invertir mi energía y mi vida en cosas más positivas".