No hay ni una tarde tranquila para Lydia Lozano. La colaboradora acaba recibiendo casi cada vez que abre la boca. Mientras todos sus compañeros comentaban la salida de María Jesús Ruiz de la isla y se dejaba ver, por primera vez, en el plató de Supervivientes, Lydia trataba de dar su opinión cuando, de repente, Kiko Hernández le paraba los pies. ¿Qué había dicho para que el colaborador saltase tan rápido? Como si necesitase mucho, por otra parte…
Lydia Lozano vive los realities como nadie. Se entrega, se lo sabe todo, se lanza en cuerpo y alma. La colaboradora combina su silla en Sálvame con apariciones en las diversas galas de Supervivientes y se lo pasa estupendamente. No hay nada que le guste más. ¡Si es que debería ser la próxima concursante de GH VIP! Tenía toda la razón Belén Esteban. Lástima que Lydia no parece que esté muy por la labor.
La colaboradora comenzaba la tarde anunciando que su madre había dejado de hablarle por culpa de Supervivientes. “Todos los días decía que cómo podría defender a alguien tan maleducado”, afirmaba en referencia a Sofía. Entonces, se llevaba un buen corte de su compañero Kiko Hernández. El colaborador no entendía que Lydia ocupase minutos hablando de su vida privada cuando tenían tantos temas para comentar.
Lydia se quedaba muda ante el zasca de Kiko. La pobre no termina una tarde sin recibir una reprimenda. Ya sea por interrumpir a sus compañeros, por las manías que se han ido filtrando a lo largo de la semana o por tener que vestirse de comunión y marcharse del plató para recuperar el contacto con sus compañeros del colegio.