Dicen que en Navidad se nos ablanda el alma y se nos enternece el corazón. A los hermanos Rivera también les sucede. Francisco, Cayetano y Kiko han querido compartir con todos sus seguidores, a través de las redes sociales, lo bien que se llevan, y lo bien que se lo pasan juntos. Atrás dejaron todos los problemas que ha habido entre ellos, y han compartido como buenos hermanos el día de Navidad.
La imagen de Francisco y Cayetano vestidos de raperos, flanqueando a un Kiko más clásico, convertido en anfitrión, era la prueba fehaciente de que han enterrado ese hacha de guerra que siempre han mantenido en alza. Ahora han preferido unirse y reírse de ellos mismos, olvidando los malos entendidos que han protagonizado a lo largo de los años.
Aunque siempre lo han intentando y han forzado parecer tres hermanos inseparables, lo cierto es que los altibajos en sus relaciones han sido una constante desde que nacieron. El amor que se tienen Francisco y Cayetano nunca ha sido cuestionado. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con Kiko, que se ha visto entre la espada y la pared, siempre, entre sus hermanos de padre y su madre, Isabel Pantoja. La lucha de la tonadillera con los hijos de Carmina, por el reparto de las pertenencias de Paquirri, no ayudaba al acercamiento entre Kiko y sus hermanos.
Las polémicas declaraciones de Kiko confesando que no había sido invitado a la boda de su hermano Francisco y Lourdes Montes, fue también motivo de discordia entre ellos. Francisco aprovechó la ocasión para pedirle las pertenencias de su padre. Tras este rifi-rafe, ambos entraron en razón y encauzaron de nuevo la relación. La voluntad de llevarse bien, y olvidarse de las rencillas, ha superado cualquier obstáculo. Ahora disfrutan del mejor momento en su relación, que coincide con la etapa personal más bonita de todos ellos.