La esperadísima reaparición de Belén Esteban después de las vacaciones se ha convertido en un experiencia más agria que dulce. No era sencillo sentarse en un plató para hablar del delicado estado de salud de María José Campanario, sobre todo después de los muchos rumores que han circulado este verano alrededor de la mujer de Jesulín de Ubrique, pero, con todo, Belén fue valiente y concedió una entrevista que generó mucha polémica. Tanta que incluso Kiko Matamoros estuvo a punto de abandonar el plató. ¿Qué puedo pasar para que la tensión creciese hasta esos niveles?
Una vez más, Belén Esteban se sentaba en el Deluxe para contar su propia experiencia, en este caso, sobre el estado de salud de María José Campanario. La de San Blas aprovechaba la tribuna pública para explicar que la odontóloga se había puesto en contacto telefónico con ella cuando ya estaba ingresada. Una noticia bomba que conseguía reacciones muy dispares entre los colaboradores presentes en plató -y, por supuesto, entre los espectadores pegados a las redes sociales-. Se abría el último de los frentes que han salpicado a la princesa del pueblo.
La narración de la llamada de María José hizo que algunos compañeros mostrasen su desacuerdo ante tantos detalles que, en palabras de Kiko Matamoros, eran innecesarios. Fue el propio colaborador el que se convirtió en cabecilla de esta improvisada revuelta contra Belén. O mejor, contra la necesidad de ahondar en una situación que, ya de por sí, es muy complicada. Aunque, evidentemente, no todos estaban en sintonía con lo que planteaba Matamoros. Así es Sálvame, plural y vehemente.
“A mí me parece interesante que plantees este debate moral porque estoy convencida de que en las redes también existe”, comenzaba a explicar María Patiño ante la opinión formulada por Matamoros. “Los profesionales que nos dedicamos a esto, que hemos contado el tema de la posible obsesión de María José, al menos, debemos tener cierta actitud coherente”. Patiño entendía que lo lógico era hablar de todo, pues llevan así todo el verano. “Lo más coherente, si no, sería no estar en este plató y no participar en esta entrevista”. Ay, madre...
Dicho y hecho, Kiko Matamoros se levantó de la silla y se dispuso a abandonar el set. “Pues me voy”, afirmó. “Pues me parece estupendo”, respondió Patiño sin amilanarse. ¡Ya la tenemos liada! “Hay datos y circunstancias que preservo”, trataba de explicarse Kiko antes de marcharse. “Intento llegado hasta donde tengo el límite”. Pero nada, no había forma de que su postura y la de la presentadora se encontrasen. “Llevo participando en esto durante todo el verano”, respondía Patiño. “Y soy incapaz de ser incoherente con ejercer mi profesión”.
Ante la amenaza de marcha, la presentadora quiso poner un poco de paz y apeló a la necesaria presencia de Kiko en plató. “Me parece sano y necesario plantear esto en el programa”, suavizaba Patiño. Finalmente, Kiko accedía a sus súplicas y recuperaba su silla. Eso sí, manteniéndose firme en su convicción de que el relato de Belén había ido demasiado lejos. Un Belén que, muy tranquila -no así se quedó después de la entrevista-, observaba todo desde su silla.
“Cada vez que sale un tema de María José Campanario, ¿qué hago cuando me pregunten?”, le formulaba la colaboradora a Matamoros. “¿Tengo que decir que no me ha llamado? ¿Yo tengo que ocultarme de algo? No, Kiko. Sabes que yo me siento aquí y me abro en canal. Y si María José me ha llamado, ¡me ha llamado!”, explicaba Belén. “¿Qué hago, Kiko? ¿Me lo invento?”. La de Paracuellos tan solo quería dejar claro que estaba narrando su experiencia personal, no la de María José Campanario.
No solo fue Kiko Matamoros quién consideró que Belén había ido demasiado lejos en los detalles. También Mila Ximénez, aunque con más matices, afirmó estar de acuerdo con parte de lo que afirmaba Matamoros, aunque también le reprochaba que no se hubiese molestado tanto cuando otros compañeros habían contando en Sálvame el asunto de las cajas. Claro que ningún colaborador genera tantas reacciones como Belén. Cada vez que habla, consigue que el mundo se paralice.
Las redes sociales en bloque se posicionaron a favor de Kiko Matamoros, reprochándole a Belén que hubiese explicado algo tan íntimo como una llamada de una persona que lleva muchas semanas ingresadas. ¿Entonará la colaboradora el mea culpa? ¿Matizará alguno de sus comportamientos en su vuelta a Sálvame diario? ¿O se mantendrá firme en sus posiciones? Esta tarde, posiblemente, lo sabremos.