El conflicto que mantiene con su expareja Aurah Ruiz y los graves problemas de salud de su tercer hijo Nyan, han acabado por desgastar a Jesé Rodríguez. El futbolista palmense ha llegado al límite coincidiendo con el alta hospitalaria del pequeño. Pero la batalla sin cuartel que mantienen el jugador del Stoke City y la extronista no ha conseguido que se produzca una tregua entre ellos ni Jesé ha mostrado la más mínima preocupación por su hijo en común. Un gesto que no ha pasado por alto su madre, que ha seguido cargando contra él y cuestionando su rol de padre y su responsabilidad para con Nyan.
La factura personal era evidente, pero también ha acabado invadiendo la parcela profesional de Rodríguez, que abandonaba su actual equipo, el Stoke City, de forma inesperada. Era el propio club inglés el que confirmaba que el delantero ha dejado la plantilla "por razones personales".
Por lo que se desprende de las idílicas y familiares imágenes que acaba de compartir, Jesé Rodríguez ha tomado la determinación de alejarse de la tormenta mediática en la que se ha convertido su conflicto con Aurah. Pero también podría interpretarse como una respuesta contundente a las acusaciones y descalificaciones que le ha dedicado la madre de su hijo Nyan. Después de que pasaran todas las líneas rojas en su último cara a cara y se dedicaran insultos y peinetas, el futbolista ha optado por suavizar la tensión.
El futbolista canario ha decidido 'pasar' de Aurah y de polémicas y se ha refugiado en sus hijos mayores, Jesé Jr. y Neizan, frutos de su relación con Melody Santana. Tal y como él mismo la ha descrito, Jesé ha pasado una "maravillosa tarde" de chicos con ellos en un parque de atracciones. En las imágenes se le ve feliz, relajado y disfrutando de sus hijos, de quienes está pendiente en todo momento. Rodríguez también se ha subido en las atracciones con los pequeños y ha acompañado cada una de las instantáneas y vídeos con emojis y gifs animados con los que expresa su amor de padre.
No cabe duda de que, por su parte, la tregua es un hecho, pero dado los enfrentamientos virtuales que han protagonizado durante el largo y preocupante ingreso hospitalario de Nyan, solo cabe preguntarse: ¿hasta cuándo?