La niña ha tratado por todos los medios de que nadie se diera cuenta pero no ha sido posible. Los gestos, looks y comportamientos de la familia real son estudiados al milímetro en ocasiones como el Día de la Hispanidad y el vendaje de la mano derecha de la infanta Sofía no ha podido pasar inadvertido. Aunque a ella le hubiera gustado.
Mientras posaba ante las cámaras ha procurado tapar con su otra mano la muñeca en la que llevaba una venda, y mientras ha estado en estado en el palco de autoridades no ha sacado la mano en cuestión ni una sola vez. Si ha tenido que saludar o protegerse los ojos del sol ha sido con la izquierda, dejando oculta en todo momento la mano lesionada.
Dado que a la Reina le gusta proteger con gran celo a sus hijas, son escasas las ocasiones en las que estas posan para la prensa. A lo largo del año hay contadísimos momentos en los que uno puede verlas, y el desfile militar del día 12 de octubre es uno de ellos. Quizás por eso, dado que es una auténtica extrañeza, se estudia al detalle a las niñas, que, cada vez que las vemos nos sorprenden con lo mucho que han crecido. Sin ir más lejos, en esta ocasión, hemos visto una evolución hacia la pre-adolescencia en sus ‘outfits’. Leonor llevó un vestido rojo de Carolina Herrera estilo años 60 con vuelo en la falda, y unas preciosas bailarinas a juego; Sofía también apostaba por el estilo ‘sixties’ con un gracioso minivestido en tejido de tweed de la firma Pili Carrera, además era de manga larga, perfecto para disimular ese ‘accesorio’ que tanto empeño tenía en ocultar.